Aragón es la comunidad española en la que se realizó el mayor número de rescates en montaña, exactamente 432, el 44,35% de los que se llevaron a cabo a nivel nacional en el 2018. En total fueron auxiliadas 712 personas, un 17,5% más que en el periodo anterior.

Unas cifras hechas públicas ayer por el general jefe de la octava zona de la Guardia Civil, Carlos Crespo, en la presentación del balance de la Guardia Civil de Montaña del 2018, durante un acto en la estación de esquí turolense de Valdelinares. Junto a él estuvieron el consejero de Presidencia del Ejecutivo autonómico, Vicente Guillén, y el subdelegado del Gobierno de España, José Ramón Morro.

Del total de intervenciones practicadas en el 2018, Crespo lamentó el fallecimiento de 30 personas (10 más que el año anterior), si bien quiso señalar «que no todas han tenido que ver directamente con la actividad de montaña». En Jaca se rescató un muerto; ocho en Benasque; la misma cifra en Boltaña; cuatro en Huesca; otros cuatro en Panticosa; dos en Mora de Rubielos y tres en Tarazona. Más allá del número de víctimas mortales, 309 fueron heridos y 373 ilesos, mientras que el año anterior fueron 20 fallecidos, 304 heridos y 282 ilesos.

Una labor realizada a través de los siete grupos de montaña de la Guardia Civil distribuidos en la comunidad: cinco en Huesca, uno en Teruel y uno en Zaragoza y la Unidad de Helicópteros con sede en Huesca.

El general Crespo quiso comparar los datos recogidos en Aragón con los nacionales y destacó que, a pesar de que «más del 44% de todos los rescates que se realizan en España tienen lugar en Aragón», el porcentaje de fallecidos que se produce en España es del 11,3%, mientras que en Aragón no llega al 5%, «lo que habla bien del esfuerzo que se hace en Aragón en las campañas de prevención, en las que se incide en los consejos que los montañeros tienen que llevar a cabo». El general resaltó el gran peso específico de la actividad montañera en la comunidad, con el Pirineo, el Moncayo y las sierras de Teruel.

Más del 62% de los rescates se ha llevado a cabo a través del «modelo aragonés» recalcó Crespo, que es la conjunción de las unidades especiales de montaña de la Guardia Civil, el helicóptero, médicos y ATS.

Entre las invertenciones llevadas a cabo el pasado año, el subdelegado del Gobierno recordó el auxilio, en junio, de tres espeleólogos atrapados en la Cueva de La Óbriga en El Vallecillo; y en agosto, de nuevo, el rescate en la vía ferrata jurásica del barranco de La Hoz, en Formiche, a una familia de tres personas, entre ellas un menor, que se había desorientado.

«Fueron encontrados por los agentes con hipotermia y todo quedó en un susto. La labor de la Guardia Civil fue esencial, y en estos dos casos, puso un feliz desenlace a dos situaciones de grave riesgo», señaló.