El rescate de un montañero alemán de 66 años que estuvo cuatro días perdido ha sido sin duda el más dramático y llamativo del fin de semana en el Pirineo, pero no el único. Como cada año, la época estival propicia que se multipliquen las operaciones de rescate de la Guardia Civil en distintos parajes pirenaicos.

Ya el viernes a última hora, la central 062 de la Guardia Civil recibió una llamada de emergencia, comunicando que una senderista había sufrido una caída, produciéndose un posible esguince de tobillo mientras realizaba una ruta circular conocida como Borda Chimenea (término municipal de Ansó). La víctima era una mujer vecina de Zaragoza de 66 años que estaba acompañada por su marido e hijo. Los equipos de rescate llegaron a la zona del suceso a las 21.45. Procedieron a hidratar a la herida, inmovilizarle el tobillo dañado y facilitarle a toda la familia ropa de abrigo y luz artificial para la posterior evacuación en camilla hasta el lugar donde habían dejado su vehículo.Todo ello después de más de dos horas por terreno inestable y pendiente.

Una vez en los vehículos, herida y familiares decidieron por iniciativa propia trasladarse hasta el Hospital Comarcal de Jaca en su vehículo particular. A las 01:00 de la madrugada del día 13 de julio se dieron por finalizadas las labores.

El sábado por la mañana el 062 de la Guardia Civil recibe una llamada comunicando el aviso de solicitud de ayuda de una persona que se encuentra con posible fractura abierta en la pierna derecha en la parte final de un barranco, conocido como Barrasil, término municipal de Bierge. La persona que realiza el aviso es un acompañante de la mujer, vecina de Barcelona, de 27 años, que ha sufrido el accidente. Se activó a los especialistas del ERIM de Huesca, Unidad Aérea de Huesca y médico del 061 que acudieron al lugar. Se realizó por parte de la aeronave un aterrizaje en un campo próximo al barranco para reducir peso y preparar la evacuación de la víctima, evacuándola del barranco y se trasladó al Hospital de San Jorge (Huesca) con el apoyo de una ambulancia convencional.

El mismo sábado se produjo otro aviso, en este caso por el posible esguince o fractura de tobillo de un senderista de 51 años, vecino de Zaragoza. Al parecer, resbaló por una zona de pendiente con tierra y hojas mientras iba por una senda entre la zona de Picauve y Coll de Ladrones, t.m. de Canfranc. Los equipos de rescate que llegaron a la zona le inmovilizaron el tobillo afectado y lo evacuaron mediante una camilla.

La tarde sábado, además, dos varones de 25 y 15 años y una mujer de 23 años con residencia en Francia. fueron rescatadas tras comunicar que estaban extraviadas en la zona del Embalse de Santa Ana (t.m de Baldellou). Uno de ellos sufría además un leve esguince de rodilla. No fue una operación sencilla, ya que los especialistas del GREIM de Benasque tuvieron que utilizar la unidad aérea para realizar la evacuación. Por las condiciones del terreno, el piloto no pudo tomar tierra, por lo que los tres senderistas fueron conducidos a la aeronave sin que esta apoyara completamente el patín.

Por último, una vecina de Soria de 48 años tuvo que ser rescatada en la ruta GR 11 en un lugar conocido como Majada de Gabardito (t.m de Canfranc). Se había tropezado doblándose el tobillo derecho y no podía continuar por sí misma. Se activó a especialistas de la SEREIM de Jaca, que dieron con ella utilizando un todoterreno.