La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Calatayud rescindió ayer el contrato de obras de rehabilitación de la piscina olímpica con la empresa seleccionada para reparar las deficiencias de la instalación. El motivo de la resolución, amparada en el pronunciamiento de la Comisión Consultiva del Gobierno de Aragón, fue el incumplimiento de las cláusulas del contrato.

José Manuel Aranda, alcalde de la localidad por el PP, informó ayer de que el dinero no abonado a raíz de la rescisión asciende a 97.000 euros, al no haberse subsanado las deficiencias existentes en la piscina. «Se llegará a tiempo de abrir la instalación a los usuarios el próximo verano», aseguró el regidor, en respuesta a la preocupación en los grupos de la oposición, como los socialistas y Chunta Aragonesista que creen que la reapertura estival es un reto difícil.