El Gobierno de Aragón ha publicado una medida temporal que estará en vigor entre el 10 y el 18 de octubre (ambos inclusive) y pasa por blindar las residencias de Zaragoza capital durante el puente del Pilar, suspendiendo en esas fechas visitas y paseos, para evitar que en el hipotético caso de que se produjera un aumento de contagios durante esos días, esa situación pudiera llegar a las residencias. “Es, de nuevo, una situación dura, que no nos gusta, pero necesaria. Nuestra principal obligación es defender la vida y en eso seguimos trabajando”, ha subrayado la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto.

Por otro lado, partiendo de las premisas de “la prevención, la necesidad y proporcionalidad” los centros de día y los hogares de Aragón pueden abrir sus puertas para atender a los aragoneses que hacían uso de ellos y que vieron como este recurso tenía que volver a cerrarse debido a la situación epidemiológica en la comunidad autónoma. En estos momentos, con toda la cautela y sabiendo que la situación puede revertirse si cambian los datos de contagio, estos centros dedicados a la atención de los mayores volverán a estar operativos. “Para el Departamento de Ciudadanía esta era una prioridad y una preocupación, porque somos conscientes de lo necesarios que son para recibir determinados tratamientos y para que las familias concilien, en el caso de los centros de día, y para convivir, en el caso de los hogares”, ha dicho.

Con carácter general todas las novedades anunciadas en la orden se acompañan de dos medidas: el seguimiento por parte de los centros de las entradas y salidas de familiares u otros visitantes; así como de la obligación de firmar declaraciones responsables sobre el estado de salud y el conocimiento de la situación epidemiológica y las medidas que ésta implica.

Estas son las novedades aprobadas hoy sobre los centros de mayores:

En residencias (de mayores y de personas con discapacidad):

-Salidas voluntarias. Se reduce la duración mínima de las salidas voluntarias y temporales de los residentes, que hasta ahora eran de un mes, y pasa a ser de diez días, siempre, claro está, que el residente no tenga síntomas, no haya estado en contacto con ninguna persona enferma, y en caso de haber pasado la enfermedad, tenga una prueba serológica negativa.

-Retorno a la residencia. Podrá realizarse siempre que la persona que vaya a ingresar no presente cuadro compatible con la enfermedad y el centro no tenga más de dos casos sospechosos o uno confirmado. A su regreso, el residente deberá acreditar su prueba diagnóstica negativa y una declaración responsable donde quede constancia de que no ha estado con ninguna persona positiva o con síntomas.

-Nuevos ingresos. Al igual que con los retornos, el centro no debe tener más de dos casos sospechosos ni uno confirmado; del mismo modo, la persona que ingrese debe acreditar prueba diagnóstica negativa y declarar que no ha estado con sospechosos o contagiados.

-Se reducen los plazos de “blindaje” de los centros. La nueva orden recoge que los centros podrán acoger a nuevos residentes o permitir la vuelta de aquellos que han salido voluntariamente, diez días después del inicio de síntomas del último caso notificado, siempre que el centro tenga buena capacidad de sectorización y la debida formación del personal, entre otras medidas exigidas.

-Visitas. Se permite la entrada de un solo familiar, allegado o persona de referencia, el encuentro puede durar como máximo una hora y debe concertarse con cita previa. Las personas que acaban de ingresar en la residencia, aunque estén aisladas por este motivo, también pueden recibir visitas.

-Paseos. Los residentes pueden realizar un paseo diario, de una hora máxima de duración y alrededor de un kilómetro de distancia del domicilio de la residencia y también pueden realizarlo acompañado de un familiar, siempre -claro está- respetando el uso de mascarillas, las distancias y las medidas de higiene. Estas salidas también se concertarán con el centro y no deben realizarse en franjas horarias de afluencia o a espacios concurridos.

Hogares de mayores:

-Hay 33 en Aragón y antes de la pandemia contaban con 120.000 socios. Durante el tiempo que han estado cerrados han atendido a sus usuarios por teléfonos, han servido comidas y han ofrecido servicios básicos.

-Ahora estos centros se abren con las pertinentes medidas de seguridad y con los protocolos adecuados para que los hogares sepan cómo actuar en caso de que se declare un caso. Si las autoridades competentes lo vieran necesario se suspendería la actividad.

Todos los centros de día:

Podrá empezar a prestar servicios asegurando distancias y protocolos de seguridad aquellos que estaban cerrados en algunas zonas de Aragón, también pueden abrirse los que están adscritos a un centro residencial para estancias diurnas. En este último caso, diferenciando las entradas de los usuarios de estos centros y de la residencia en la que se ubican, debe haber una separación física y no se puede compartir personal (salvo en el caso de determinados especialistas)