Tras más de 70 años derruidas, los vecinos de Alcalá de la Selva ya pueden disfrutar de las ermitas de San Antón y San Miguel, que ayer fueron bendecidas tras completarse su fase de restauración por parte del taller de empleo Mosqueruela-Alcalá de la Selva.

La presidenta de la Diputación de Teruel, Carmen Pobo, asistió al acto y destacó que la provincia "tiene un rico patrimonio arquitectónico y cultural, y es fundamental cuidarlo y mantenerlo", dijo, al tiempo que destacó la "gran labor" del alcalde del municipio, José Luis Tena, "que tomó la iniciativa para llevar a cabo esta restauración", matizó.

Pobo también subrayó el trabajo de los integrantes del taller de empleo. "Personas del propio municipio que trabajan con una gran ilusión e interés por recuperar lo suyo", matizó. "Este tipo de grupos son una magnífica iniciativa porque no solo crean puestos de trabajo, sino que enseñan un oficio y ayudan a mantener o mejorar el patrimonio de nuestros pueblos", dijo.

Por su parte, Tena aseguró que "esta restauración es un orgullo" y adelantó que "poco a poco" irán recuperando las tradiciones. "Esperamos poner en marcha el año que viene la costumbre de la bendición de ramos en la ermita de San Miguel para abril y la romería de mayo", apuntó.

Tena agradeció la colaboración de dos familias del municipio en esta restauración, ya que una de ellas guardaba la campana original de la ermita de San Antón y la otra la cruz de la ermita de San Miguel.