Bajan las nuevas altas del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) y, de rebote, suben las peticiones de ayudas de urgente necesidad del Ayuntamiento de Zaragoza. En el primer semestre del año las concesiones del IAI han caído un 52% respecto al mismo periodo del 2013. En cambio, las subvenciones municipales se han incrementado un 8,2%. También el número de peticiones que de 13.057 han alcanzado las 14.082.

Los datos los ofreció ayer el responsable de Acción Social, Roberto Fernández, en la comisión de su área tras la pregunta del concejal de CHA, Carmelo Asensio, que señaló que los datos son un reflejo de la necesidad de mantener constantes las políticas sociales. Asensio habló del efecto "rebote" por el descenso de las ayudas aprobadas desde la DGA.

Si hasta junio del 2013 se aceptaron 948 nuevas solicitudes del IAI, en el primer semestre del año han sido 276. Se han renovado 445 subvenciones frente a las 555 del año pasado y ha habido 800 bajas, 196 menos que en el curso pasado. En total, se han concedido en los seis primeros meses 722 subvenciones. El año pasado por estas fechas la cifra ascendía a 1.503.

El consistorio zaragozano sufre las consecuencias. Fernández recalcó que, según la experiencia del 2013, durante el primer semestre se dieron de alta el 33% del total de las demandas anuales. Hay que tener en cuenta que a finales del curso y gracias al Plan Impulso, se pudieron aprobar gran parte de las solicitudes.

El año pasado, en junio se habían solicitado 13.057 ayudas urgentes. Por ahora son 14.082, es decir, un 7.9% más. Las restricciones impuestas por la DGA para acceder al ingreso aragonés han repercutido en el incremento de las subvenciones municipales. A diferencia de lo que ocurre con el ingreso de inserción, las peticiones aprobadas se han incrementado en un 8,2%, de 11.638 a 12.592.

El presupuesto con el que cuenta el ayuntamiento para afrontar este goteo de solicitudes es de 3,1 millones de euros, prácticamente lo mismo que en el 2013 cuando fue de 3.054.482 euros. Hay que tener en cuenta que entonces, en el presupuesto se incluyó el pago del 20% de la cuota de las becas de comedor que la DGA no cubría. Además, a través del programa Zaragoza Redistribuye, que cuenta con una partida de medio millón de euros, se salva gran parte de la demanda alimenticia.