Los resultados de las pruebas de ADN practicadas a los cuerpos de algunos de los 30 militares mal identificados que fallecieron en el accidente sufrido por el avión Yak-42 se conocerán en los próximos días.

El titular de Defensa, José Bono, manifestó ayer, en el curso de un viaje a Bosnia y Kosovo para visitar destacamentos españoles, que ya han concluido algunas de las pruebas practicadas a los militares fallecidos, aunque los resultados de estas identificaciones no se harán públicos hasta que el juez se los comunique a todas las familias afectadas en los próximos días.

Bono señaló a este diario que el ministerio de Defensa no va a "hacer publicidad" de estos datos, porque el caso está en manos de la Justicia.

Por otro lado, un representante legal de 59 familiares de las 62 víctimas del accidente aéreo presentará hoy en un juzgado de primera instancia de Zaragoza una demanda contra la empresa que contrató el avión siniestrado.

Los afectados exigen a Chapman Freeborn más de 60 millones de euros por considerar que es tan responsable de la tragedia como la empresa ucraniana UM Air, propietaria del aparato, contra la que ya existe una demanda en un juzgado de lo civil de la capital aragonesa.

El Ministerio de Defensa firmó un contrato con la agencia de la OTAN Namsa, que a su vez subcontrató a Chapman Freeborn para que organizara el vuelo.