El negocio del cigarrillo electrónico vuelve a estar de moda y son ya varias las tiendas que en el último año han abierto en Zaragoza. Las ventas han subido, cada vez se ve a más ciudadanos utilizar este producto e internet se ha convertido en un punto importante de comercialización. «Es verdad que en el 2013 hubo un boom, nosotros abrimos entonces, pero la caída fue fuerte dos años después ante los controles estrictos que se empezaron hacer. Se encontraron muchos negocios que no cumplían los requisitos», explica Nuria Cubillo, dependiente de Vapesmoke Zaragoza, en la calle San Miguel.

En el 2013, España contaba con 3.000 tiendas de cigarrillos electrónicos. Un año después, el número descendió hasta las 950 y la caída continuó en el 2015, cuando había 150 establecimientos. Fue en el 2016 cuando el sector empezó a recuperarse. «Nunca hemos dejado de tener clientela. Es verdad que antes el perfil era gente más mayor, pero ahora vienen de todas las edades. La gente joven tiene más conciencia sobre dejar de fumar», añade Cubillo.

Desde el sector apuntan que, en mayor medida, el cliente es una persona que quiere abandonar el hábito. «A mi me transmiten que lo consiguen y lo que más vendo son recargas sin nicotina», explica Ramón Esteban, responsable de la tienda Vaporadas, situada en el Camino de las Torres. «Yo mismo quise dejar de fumar y me pasé al cigarrillo electrónico. Lo conseguí y me monté el negocio», explica. «La desinformación pública que hubo al principio hizo mucho daño al sector. Faltaba regulación. Ahora, por lo menos, ya hay una normativa europea en la que apoyarte», explica.

El resurgir del uso del cigarrillo electrónico «es una realidad» en Zaragoza, donde, según Esteban, los establecimientos se han «especializado» en el producto. «Antes te encontrabas con tiendas que vendían de todo y también este cigarrillo; ahora han visto que el cliente se marchaba, porque lo que ofrecían no tenía calidad, y para retener a sus usuarios se especializan», dice Esteban.

Precio variable / «Aquí en Zaragoza quizás la sensación de aumento es moderada, pero en Madrid, Barcelona, Valencia o Andalucía es brutal», reitera. Por otro lado, la venta a menores, como tal, no está prohibida en ninguna normativa, aunque en las tiendas se requiere el DNI si el cliente es joven o se intuye que puede ser menor. En este caso, no se le vende. «Es algo que tenemos muy controlado desde el principio», precisa Cubillo.

Respecto al precio de los cigarrillos electrónicos, «hay competencia» en el sector y cada local establece su precio, que puede variar desde los 22 euros hasta los 150 euros. Respecto a las recargas, estas van desde los 3 euros hasta los 20 euros.