La vista celebrada contra el hombre acusado de matar a su esposa y de herir a dos de sus hijos con una maceta de albañil en la vivienda familiar que compartían en el barrio Santa Isabel de Zaragoza ha concluido hoy, en una sesión en la que la acusación particular ha retirado su petición de prisión permanente revisable.

El jurado encargado de enjuiciar el caso se reunirá a partir de mañana para deliberar y alcanzar un veredicto sobre el grado de responsabilidad del procesado, Faustino S.S., de 74 años, quien ha reconocido desde su detención que tomó la decisión de asesinar a su familia en un momento de desesperación.

Tras el testimonio prestado por el hermano del acusado, que llegó a la vivienda poco después de iniciarse la agresión y pudo impedir que continuara, y de los policías que intervinieron en el atestado, los representantes de las acusaciones y de la defensa han expuesto sus conclusiones finales sobre los hechos.

El ministerio fiscal ha mantenido su petición de penas que suman 46 años de prisión por un presunto delito de asesinato consumado y dos más en grado tentativa, condenas que ha elevado hasta 49 años la acusación particular en nombre del Gobierno aragonés.

Por su parte, el letrado de la acusación particular en representación de dos de los hijos del acusado ha renunciado a solicitar prisión permanente revisable, la primera que se habría hecho en Aragón en caso de haberse mantenido, y se ha sumado a la petición de la fiscalía.

La letrado de la defensa, la abogada zaragozana Olga Oseira, ha admitido los delitos de asesinatos consumado y en grado de tentativa, pero ha solicitado la aplicación al tiempo de una atenuante muy cualificada de reparación del daño y otra de grave alteración mental.

El jurado valorará los informes de los forenses, que consideran al acusado plenamente responsable de los hechos que planificó y cometió, pero también los de un psiquiatra, para quien el agresor estaba condicionado por una alteración de su conciencia en esos momentos.

El crimen tuvo lugar en mayo de 2016, en un momento de dificultades familiares debido a la grave enfermedad que padecía su mujer, a la discapacidad psíquica de uno de sus hijos, a los problemas de corazón de otro y a los problemas económicos derivados de la escasa rentabilidad de la labor que desarrollaba en el campo.