Vallas metálicas de obras, jeringuillas usadas, un tendedor roto o botellas vacías. Residuos como éstos yacen en la ribera del Ebro, cerca del Pilar, ajenos a la candidatura de la Expo. Con el fin de reclamar la recuperación por parte de las administraciones de esos entornos naturales, cerca de una veintena de voluntarios realizaron ayer una limpieza simbólica a orillas de un tramo del río. Era una acción más de los integrantes del proyecto VoluntaRíos, quienes con el lema La Expo empieza aquí , se calzaron ayer botas, guantes y mascarillas para poder abrazar al río.

Durante toda la mañana llenaron bolsas y bolsas de basura en un tramo de ribera de la margen derecha entre el puente de Hierro y el de Piedra. Fue un acto puntual, fruto de las propuestas de los voluntarios que desde primavera han inspeccionado las riberas del Ebro, el Huerva, el Gállego y el Canal Imperial para después analizar y divulgar los datos. "Lo que hacemos aquí es una limpieza simbólica del Ebro. Hemos elegido los pies del Pilar para mostrar que incluso ahí hay bastante suciedad y que las riberas necesitan muchísima recuperación", explicó ayer Francisco Iturbe, coordinador del proyecto.

Gesto simbólico por las limitaciones evidentes: quince personas barriendo metros y metros de suciedad y olvido. Pero también por principio: "Los voluntarios no pueden asumir lo que deberían hacer las administraciones, sino en todo caso indicar un posible camino a seguir", añadió Iturbe, quien explicó que enviarán las fotos que tomaron ayer a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. El coordinador reconoció el paso municipal dado este año "con algunas limpiezas en el Huerva y el Canal", que "con mejor o peor acierto sí es una manera de comenzar".

Frente a lo limitado de la acción voluntaria, la basura resultó ilimitada. Se recogieron muebles viejos, escombros, papeles, jeringuillas o vallas. "Es increíble el contraste de esta suciedad con los valores que ofrecen los ríos como arterias de vida. Hay que dotarlos de usos y crear corredores verdes. Pero para eso se requiere una limpieza adecuada", afirmó Mariano Mérida, presidente de la Asociación Naturalista de Aragón. "La basura llama a más basura. Es responsabilidad de todos cuidar estos espacios, pero las administraciones deben dar ejemplo ", expresó ayer Olga, una de las voluntarias.