Lleno absoluto en la operación aérea de retorno a Zaragoza. En torno a 3.000 personas y un récord en vuelos --17 chárteres más los regulares-- y en facturación de maletas convirtieron ayer el aeropuerto de la capital aragonesa en un hervidero de viajeros y carritos. Llegadas ordenadas y con pocos problemas de retrasos marcaron una jornada bulliciosa, empañada sólo por un desvío accidental a Zaragoza de un vuelo Bruselas-Valladolid, que afectó a cerca de 180 personas.

"Este impulso a los vuelos chárter le ha dado mucha vida al aeropuerto de Zaragoza. La gente de aquí es muy viajera y si se dan facilidades como es el poder volar desde tu ciudad la gente se anima", afirmaba ayer Carmen Yago mientras esperaba la llegada del vuelo de Túnez, en el que iba su hija. "Sin embargo, falta personal e infraestructura: hay poco aparcamiento y se necesitan ampliaciones", comentaba su marido, Pedro Molina, quien apuntaba a la Expo como motor para ese empuje.

A las 17.23 horas llegó su hija, Elisa, que restó importancia a la ligera demora: "En principio nos habían dicho que saldríamos de allí con una hora de retraso, que al final fue sólo de escasos 20 minutos. Nadie nos hemos molestado, en cierto modo es normal llegar un poco tarde". También sus padres coincidieron en señalar el retraso como un leve efecto colateral, mínimo frente a las ventajas del impulso dado a los chárteres.

Media hora antes aterrizaba el vuelo de Ryanair de Londres. A su hora pero con retraso de media hora en la salida de equipajes, según los viajeros, que pedían menos brusquedad en el manejo de las maletas. En cualquier caso, gran satisfacción con la implantación de esta línea regular."El vuelo ha ido muy bien y con la ventaja de aterrizar en tu ciudad", afirmaba ayer Patricia Benito, tras saludar a su familia en un hall repleto.

París, Túnez, Praga, Tenerife, Londres, Palma, Estambul, Malta, Dubrovnik, Lanzarote, Roma, Jordania fueron algunos de los puntos de origen de los vuelos que aterrizaron sucesivamente, en un constante ir y venir de personas.

Fuentes del aeropuerto valoraron de forma muy positiva el desarrollo de la operación retorno, con tan sólo algunos retrasos "ocasionales" y mínimos en tiempo". Además, describieron la jornada como de récord en facturación de maletas. "Se pueden impulsar los chárteres, pero sacrificando cosas, porque todavía hay incomodidades de espacio, de aparcamiento. De todas formas, se va a empezar a redactar el proyecto de la nueva terminal", señalaban.

El principal problema lo creó el desvío a Zaragoza de un vuelo de Ryanair que hacía la ruta Bruselas-Valladolid, debido a la fuerte niebla. Esta modificación, que fue avisada con apenas diez minutos al personal de la compañía en el aeropuerto zaragozano, supuso esperas de más de dos horas para sus 180 pasajeros. "Lo peor es tener que estar de pie y sin información", criticaba ayer la familia Martínez, de Vigo. Como ellos, muchos viajeros se quejaban de la falta de noticias. Desde Ryanair aseguraron que hicieron todo lo posible por solucionar cuanto antes el problema, no causado por ellos, y que "encontrar cuatro buses para trasladarles a Valladolid no es fácil en un día festivo".