El sector crítico dirigido por José Atarés ha mantenido contactos en los últimos días con populares de Teruel y Huesca que tampoco comparten la línea oficial seguida por la dirección regional de Gustavo Alcalde. De esta forma, Atarés ha intentado comprobar hasta qué punto tendría apoyo en el congreso de las otras dos provincias, pues sus afines dan por hecho que la de Zaragoza está bajo su control. Por el contrario, los oficialistas ponen en duda que el presidente provincial controle realmente el partido. En la única votación que ha permitido sopesar fuerzas --para decidir si se recurría ante Madrid el reparto de compromisarios al congreso-- venció el aparato territorial al oficial por un 60%-40%. Según la dirección regional, los críticos en Huesca y Teruel están desactivados, pero hay voces que dicen lo contrario.