Un inesperado incidente en las obras que el Ayuntamiento de Zaragoza está ejecutando en la céntrica calle Cánovas acabó dejando sin luz ayer a más de 5.000 hogares de la ciudad. El accidente ocurrió a las 16.00 horas y causó importantes daños.

Por suerte, según explicó la compañía, Endesa, «el 95% de las casas recuperaron el suministro eléctrico solo una hora más tarde». En cambio, unas 200 casas y comercios que dependían directamente del centro de transformación afectado, tuvieron que esperar unas tres horas más. Porque lo ocurrido había afectado a la línea de media tensión denominada Doctor Cerrada, que depende de la subestación eléctrica de Romareda, y la gran mayoría de clientes pudieron recibir suministro de otras líneas.

En el origen de lo ocurrido está una de las máquinas que trabajaba en Cánovas y que, por error, picó en una tubería que acabó inundando el centro de transformación. Los bomberos tuvieron que achicar el agua y esperar a que se secara la línea para devolver la luz a los locales y domicilios más próximos.

El principal damnificado fue el centro médico Adeslas, situado en la calle del Carmen, a la altura del número 22, que tuvo que cancelar la consulta a los 400 clientes citados ayer por la tarde.

AFECTADOS/ «Hemos intentado llamar a los pacientes para comunicarles que no podíamos atenderles e intentar cambiar la cita», explicó Olga Arrieta, supervisora del centro médico. «Vamos a elaborar un informe con todas las pérdidas, que son muchas. Por ejemplo, todo el contenido de las neveras, que lo hemos perdido», añadió. El personal sanitario hizo uso de linternas para moverse por el consultorio y guiar a las personas que, en el momento del apagón, se encontraban allí.

«En un principio nos informaron de que iba para largo», comentó la propietaria de un local de la calle del Carmen, «La gente continúa entrando porque tenemos luz natural», recalcó.