E l estallido de una tubería de abastecimiento pasadas las 6.30 horas de la mañana sobresaltó ayer a los vecinos de la calle Duquesa Villahermosa de Zaragoza, a la altura de los números 34 y 36. El empuje de las raíces de un árbol de la acera provocaron la rotura de la conducción y el agua y el barro comenzaron a brotar con fuerza del mismo alcorque. Durante una hora, el agua entró en varios negocios y garajes de la acera de los números pares y también inundó uno de los carriles de la avenida.

Los operarios del consistorio cerraron las válvulas, procedieron a limpiar la calle de barro y sustituyeron la tubería afectada, un pequeño conducto de fibrocemento de 250 milímetros de diámetro. Los vecinos entre Paseo Calanda y Don Pedro de Luna estuvieron sin agua hasta las 17.00 horas.

El local más afectado fue el de Reformas Noal: "Habíamos abierto hace apenas dos meses, así que empezamos bien", explicó resignado Iván Sánchez. Ayer no pudo abrir su negocio. Un vecino le avisó y acudió corriendo a primera hora a ver él mismo el estropicio. "La cocina que tenemos expuesta hay que desmontarla entera. Es un gran destrozo. Ahora tendremos que sacarlo todo y limpiar. Pero hay una humedad tremenda. Habíamos resaltado las juntas de las baldosas para que luciera el suelo y ahora no nos sirve para nada".

A media tarde estaba pendiente de una llamada de su seguro, pero ya avanzó una estimación de los daños. "Entre la mano de obra para sacarlo todo, sanear el suelo, los zócalos y las patas... no menos de 6.000 euros".

En menor medida afectó al bar Manilu, en la esquina de paseo de Calanda y Duquesa Villahermosa. Los clientes vieron cómo el agua desbordaba la acera: "A nosotros nos ha entrado, pero hemos trabajado sin problema", explicó el encargado.