El traslado de César Román a Madrid se ha visto alterado a primera hora por la nueva jornada de huelga de los funcionarios y trabajadores de prisiones. Dos piquetes a la salida y accesos de la cárcel de Zuera han impedido durante una hora pasar al vehículo que trasladaba a El rey del cachopo a la capital de España, donde hoy debe prestar declaración en relación de la muerte de su novia, cuyo cuerpo fue hallado descuartizado en una nave industrial de Madrid la semana pasada.El viernes, a las pocas horas del hallazgo, Román, que estaba en paradero desconocido desde agosto, fue detenido en Zaragoza, ciudad en la que se movía bajo una identidad falsa y en la que había encontrado un trabajo de cocinero. César Román declarará hoy en el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, aunque lo hará con retraso, dado el incidente que lo ha retenido a las puertas de la prisión de Zuera durante una hora.

Hasta esta jornada, El rey del cachopo ha estado ingresado en el centro penitenciario de Zuera, lugar al que fue trasladado tras su arresto en el bar Gerardos de la capital aragonesa. Sobre él pesaba una orden de busca y captura internacional.

El hecho de que la investigación todavía se encuentre bajo secreto de sumario puede hacer que César Román se acoja a su derecho a no declarar, puesto que no conoce qué pruebas tiene el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid en su contra.

No obstante, tal y como adelantó EL PERIÓDICO el pasado sábado, los agentes tienen varios indicios que apuntalarían la hipótesis de que él es el asesino de Heidi Paz. El primero, que César Román era el único que tenía las llaves de la nave en la que fue encontrado el cuerpo descuartizado. Otro de ellos es la declaración de un taxista, quien afirmó que el mismo día de la desaparición de Heidi, trasladó al rey del cachopo desde su domicilio a dicha nave industrial.

Este chófer le reconoció en una foto y recordó que llevaba «una maleta grande, de mucho peso, de unos 60 kilos. De hecho, tuvo que ayudarle a meterla en el maletero. La tercera clave es que junto a dicha maleta se halló un cuchillo igual que los de sus restaurantes.