Una sangrienta pelea en la confluencia de la calle Conde Aranda en Zaragoza con la calle Cerezo terminó ayer con un herido grave y otros dos leves. Los tres implicados fueron detenidos por la Policía Local y de la investigación se ha hecho cargo la Policía Nacional.

La pelea comenzó por causas que se desconocen sobre las nueve de la mañana. Las primeras hipótesis indican que se trataría de un asunto de drogas ya que los tres implicados mostraban síntomas de estar bajo los efectos del alcohol y los estupefacientes, según explicaron algunos vecinos testigos del suceso. De origen árabe, los detenidos vivían en los alrededores y solían frecuentar los bares de la calle Agustina de Aragón. En otras ocasiones ya habían dado muestras de agresividad.

El herido de mayor gravedad es un hombre de 45 años que fue ingresado en el hospital Miguel Servet de Zaragoza. Presentaba numerosos cortes producidos por un machete de gran tamaño que algunos testigos calificaron de «cuchillo jamonero», aunque el grosor de la hoja era notablemente superior. El corte más profundo de ellos lo recibió en el brazo derecho. Fuentes hospitalarias confirmaron anoche que no se teme por su vida tras ser operado de las heridas.

Otros dos jóvenes, identificados como J. M., y D. M., de 23 y 25 años respectivamente, fueron detenidos cubiertos de sangre por su participación en la pelea. Según testigos en el momento de la llegada de la Policía Local todavía estaban apuñalando al herido peor parado. Intentaron huir y deshacerse de las armas, entre las que se incluía unas tijeras, pero fueron rápidamente apresados. En la acera, frente a un colmado de alimentación y un comercio de moda, quedaron dos grandes charcos de sangre.

salida de las vaquillas / La agresión se produjo en el penúltimo día de las fiestas del Pilar. La zona fue rápidamente acordonada por la Policía Local ya que por la calle pasaban en ese momento de la mañana numerosos peñistas que salían de la plaza de toros tras la celebración de las vaquillas. En un primer momento se habló de un posible ataque yihadista, que fue desmentido con rapidez.

La presencia de los investigadores policiales obligó a cortar cuatro líneas de autobús urbano (32, 33, 34 y 52) entre las 9.30 y las 11.00 horas. Algunos de los comercios de la acera en la que se produjo el ataque no pudieron abrir sus puertas con normalidad hasta que se limpió la zona.

Una vecina residente en un edificio frente al lugar de la pelea narró que la agresión comenzó con muchos gritos entre los tres implicados, que se propinaron fuertes golpes antes de empuñar las armas. Al parecer, los dos más jóvenes se unieron para agredir a la persona de mayor edad, que quedó tendido en el suelo hasta que los sanitarios acudieron a contener las hemorragias. Durante la agresión, que duró varios minutos, intentó incorporarse en varias ocasiones sin conseguirlo.

Un grupo de vecinas en un bar cercano lamentó lo ocurrido por la imagen de inseguridad que se traslada de la zona, en la que viven un gran número de inmigrantes y suele ser foco de trapicheos con drogas.