La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho hoy que se van a "repensar" las señales regulatorias y fiscales sobre la energía en los próximos meses para que, con la participación de los agentes implicados, se puedan adaptar para activar la transición energética.

Ribera, que ha participado hoy en un desayuno informativo de Fórum Europa, ha afirmado que la electricidad "tiene un futuro brillante" y hay una capacidad de mejora importante, si se hacen adecuaciones y ajustes en algunos elementos.

Ha manifestado que se va a crear un grupo de trabajo de manera inmediata y que se quiere empezar ya a discutir propuestas a principios de 2019 para la reforma del mercado eléctrico.

La ministra ha expresado su intención de que se introduzcan alternativas que permitan un funcionamiento respetuoso del mercado y que faciliten la confianza de los inversores, sin que eso suponga la aparición de retribuciones excesivas que dificulten el proceso de transición energética.

Ribera ha dicho que el cumplimiento de los objetivos de clima para 2030 y 2050 a los que se ha comprometido España obliga a plantear una revisión del sistema eléctrico, que en el futuro estará basado principalmente en renovables, con horquillas de precios razonables y evitando costes excesivos.

Ha señalado que antes de que finalice el año se presentarán el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que serán las primeras piezas de la estrategia de descarbonización de España, que ha recordado se ha comprometido con los objetivos europeos para 2030 y 2050.

Respecto al futuro del carbón, la ministra para la Transición Ecológica, que visitará próximamente Andorra (Teruel), donde existe una central térmica, ha recordado que estas plantas de generación tiene un marco comunitario que viene dado y serán los titulares de las mismas los que echen cuentas y decidan si es rentable hacer las adaptaciones exigidas para seguir abiertas.

Ribera ha indicado que al Gobierno sólo le compete determinar hasta que punto afecta o no a la seguridad del suministro su cierre para autorizar o no su clausura.

En el caso de las nucleares, ha señalado que ha habido una "falta de anticipación" en la elaboración de escenarios de demanda, teniendo en cuenta que en los próximos meses sus propietarios ya van a tener que solicitar la prórroga al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), si quieren seguir con la actividad.

Ha señalado que para contestar a esas peticiones habrá que tener clara la senda para cumplir los objetivos de cambio climático a 2030 y ha añadido que, a falta de que haya esa estrategia, la referencia es el programa del partido que sustenta al Gobierno, que establece el cierre al final de la vida útil de las plantas.

La ministra ha dicho que, dentro de esa falta de anticipación, España no dispone en estos momentos de un plan sobre seguridad y gestión de residuos radiactivos.

En cuanto al futuro del almacén de gas Castor, ha manifestado que la solución no es sencilla y ha señalado que la decisión de si se mantiene sellado o se desmantela dependerá de los informes que se hagan.