El presidente de Riegos del Alto Aragón, César Trillo, ha expresado hoy su preocupación ante las dificultades existentes para dar término a los trabajos de modernización de 30.000 hectáreas de regadío debido a las "modestas disponibilidades" económicas establecidas en los presupuestos de los gobiernos central y autonómico.

Trillo ha hecho esta afirmación en el marco de la junta general ordinaria celebrada hoy por la asociación regante, donde se ha informado, además, del estado actual de tramitación de los embalses de Almudévar y Biscarrués, informa la organización regante en un comunicado.

La modernización de regadíos y la creación de otros nuevos han centrado una gran parte de la reunión así como del encuentro mantenido posteriormente con el consejero de Desarrollo Rural del Gobierno aragonés, Joaquín Olona, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Raimundo Lafuente.

Trillo ha transmitido a Olona su inquietud ante la falta de un avance en paralelo de la creación y modernización de regadíos junto a un aumento de la regulación de caudales.

Ha destacado que esta situación genera una "gran intranquilidad" entre los asociados a la hora de abordar obras de modernización ante el riesgo existente de que la garantía de caudales sea baja y no se pueda hacer frente a las inversiones realizadas.

Las fuentes citadas señalan que Olona ha transmitido a los miembros de la junta que las actuaciones previstas en materia de nuevos regadíos se han planificado de forma "acotada", con un número de hectáreas cuantificado cuya ejecución sea "simultánea" a las obras del embalse de Almudévar.

En relación a las obras de regulación pendientes, Trillo ha advertido de que con la construcción tan sólo del embalse de Almudévar sólo se conseguiría un incremento de garantía de suministro del 7,8 por ciento adicional al 70 por ciento actual, por lo que ha incidido en la necesidad de su ejecución conjunta con el de Biscarrués.

La junta general ha aprobado el presupuesto de Riegos del Alto Aragón para 2017, "el cual -señalan las fuentes- tiene un carácter conservador, muy influenciado por la pérdida de ingresos derivada de la modificación del régimen de producción hidroeléctrica y por el incremento de los impuestos medioambientales".

El documento presupuestario, aprobado por unanimidad, mantiene las partidas de 1,2 millones de euros para el mantenimiento de infraestructuras, y de 1 millón para el pago de tasas e impuestos.