La visita de Albert Rivera ayer a la planta de Figueruelas cumplió a la perfección los objetivos que se había marcado. Por un lado, la patronal de fabricantes Anfac, y la propia Opel, pudieron escenificar de nuevo una férrea defensa del sector ante las medidas anunciadas por el Gobierno central, como el veto a los coches de combustión a partir del 2040. Por otro, el líder de Ciudadanos pudo visibilizar que está del lado de la industria y, en general, de todo el tejido empresarial, algo en lo que lleva tiempo esforzándose con vistas ya a la campaña electoral.

Rivera cargó contra las «ocurrencias» del Gobierno central en torno al automóvil. En su opinión, las «declaraciones imprudentes» de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, afectan a la productividad y la actividad de un sector que representa el 10% del PIB y del que dependen «miles de puestos de trabajo». Por todo ello, abogó por una transición energética que se realice «de la mano» del sector y «paso a paso».

Así, el líder de Ciudadanos anunció que votará contra el «dieselazo» en el debate presupuestario porque su formación no puede apoyar una política fiscal que «castigue» a la automoción y los ciudadanos. A este respecto, calificó de «contradictorio» que el Gobierno de Sánchez suba los sueldos a los funcionarios (algo que apoyó), mientras el «dieselazo» golpeará los bolsillos de millones de españoles.

El vicepresidente de Anfac, Mario Armero, explicó que la visita de Rivera a Opel se enmarca en la ronda de invitaciones que la patronal suele hacer habitualmente a líderes políticos. Al parecer, Anfac le propuso visitar cualquiera de las 17 fábricas que hay en España y Rivera eligió Figueruelas. Hasta para eso vale la ubicación estratégica de Zaragoza.

Armero indicó que seguirán reuniéndose con todos los políticos que quieran porque cuando conocen el sector «de primera mano» siempre se tiene más «sensibilidad» a la hora de decidir. En este mismo sentido se manifestó Cobo, que recordó que algunas declaraciones provocan «incertidumbre» y que los clientes retrasen su decisión de compra.

Rivera fue preguntado sobre la térmica de Andorra. «Apostamos por energías cada vez más limpias, pero no nos gustan las soluciones drásticas», dijo.