Pilar, una anciana de 82 años, no sólo sufrió el robo de sus joyas, si no que encima le tomaron el pelo. El autor de esto, Florin Dimitru, se sentó ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 6 de la capital aragonesa.

Este conocido de la Justicia, ya que está condenado por un delito de lesiones, se enfrentaba a dos años y seis meses de prisión. Sin embargo, el ministerio público y su abogada, Olga Oseira, pactaron un año de prisión, con la condición de que reconociera los hechos y que devolviera los 1.118 euros que valían los recuerdos de toda una vida hechos oro.

Este hombre no tuvo más remedio que aceptarlo, ya que sus huellas aparecieron en el joyero que Pilar guardaba en el dormitorio

También reconoció que decidió robar una tarde de agosto de 2012, pensando que la mejor excusa era buscar a una persona mayor y decir que era familiar de una amiga. Así lo hizo, llamó al piso de Pilar, situado en la calle Marcos Zapata, y se hizo pasar por el hijo de una prima suya. Consiguió que le abriera la puerta, que entablaran conversación y que aprovechara un momento en el que la mujer se fue al baño para quitarle las joyas. Cuando el enjuiciado se fue, descubrió que todo estaba revuelto.

El hombre no ejerció ningún tipo de violencia contra la mujer, ni romper nada porque en su joyero había cadenas y medallas de oro, así como dos relojes de este mismo material.