Los datos de criminalidad del año 2016 completos, que ayer dio a conocer el Ministerio del Interior, confirmaron que los dos grandes quebraderos de cabeza de las Fuerzas de Seguridad en Aragón, en cuanto a crecimiento, fueron los robos en casas y los atracos. Estos últimos sobre todo, en proporción, ya que fueron casi 100 más que en el 2015 (916 frente a 820), lo que supone un 11,7% de incremento. El problema es más propio de zonas urbanas y sobre todo de Zaragoza capital, que concentra el 85% del total, 780. Aun así, está lejos de algunas ciudades comparables en población como Sevilla, con 1.799 asaltos cometidos durante el año.

Los robos en pisos, el otro punto preocupante en un panorama general de baja delincuencia, finalmente no ascendieron tanto como parecía con la comparación a año completo. Fueron 1.890, solo 7 más que en el 2015.

Los planes especiales de la Policía Nacional en Zaragoza redujeron progresivamente la actividad, con la proliferación de bandas croatas y georgianas (detuvieron a una decena de estos grupos), y así, tras crecer de 459 a 497 entre los dos primeros trimestres, en el tercero bajaron a 416. En el último, sin embargo, crecieron hasta los 518, quizá por los puentes festivos, propicios para este delito.

A LA BAJA / Salvo estos dos apartados, la criminalidad en general baja, con cierto estancamiento, en Aragón. Incluso en los delitos contra el patrimonio en los que se enmarcan los robos en vivienda y atracos. La categoría general se redujo un 0,5% en Aragón, informó la Delegación del Gobierno, y particularmente notable fue la caída de robos en el campo (instalaciones agrícolas o casetas), de un 14,5%, una tendencia sostenida desde que la Guardia Civil implementó los equipos Roca, para combatir el aumento de estas sustracciones en zonas con escasa vigilancia.

A nivel general, los delitos se redujeron apenas un 0,5%, al pasar de 38.384 durante el año en el 2015 a los 38.205 del 2016. Entre las categorías que desglosa Interior, también suben, ligeramente, las sustracciones de vehículos (de 373 a 391), y caen el tráfico de drogas (un 11%, de 285 a 252), los daños (de 5.355 a 5.229) o los hurtos, de 12.155 a 11.952.

Con todo ello, Aragón cuenta con una tasa de criminalidad (delitos por cada 1.000 habitantes) de 29,2, lo que la sitúa como la quinta comunidad autónoma más segura de España. En el conjunto del país la delincuencia se ha reducido en mayor medida, un 1,2%, con algunas tendencias inversas a las aragonesas. Bajan todos los tipos delictivos salvo el tráfico de drogas, por ejemplo.

Por provincias, se aprecia claramente que en Huesca y Teruel, con la población más repartida, los delitos se producen mayoritariamente fuera de la capital, mientras en Zaragoza, la ciudad concentra tres cuartas partes de las infracciones.