Los exministros Alfredo Pérez Rubalcaba y José Manuel García Margallo han salvado hoy sus diferencias para realizar un diagnóstico conjunto sobre la política económica española, en el que han coincidido en subrayar la precariedad laboral a la que se enfrentan los jóvenes como consecuencia de la crisis.

En un debate organizado por la patronal del sector funerario en Zaragoza, los dos veteranos de la política española han reconocido algunos de los errores que mantuvieron los sucesivos gobiernos del Partido Popular y el Partido Socialista durante la recesión y que han generado una desigualdad social entre generaciones.

"No puedes tener jóvenes titulados cobrando 600 euros en jornadas parciales o por horas", ha denunciado Rubalcaba, quien ha aprovechado su intervención para poner en valor la formación académica de los universitarios que emigran a otros países para realizar trabajos de enfermería, ingeniería o arquitectura.

Por su parte, Margallo ha reconocido que en España existe un "déficit con los jóvenes" y que se ha generado una "brecha generacional" que les separa de sus padres, por lo que ha abogado por "pasar de la política del cemento y la deuda a la de la exportación y las neuronas" para reactivar a este colectivo.

En un debate en el que los dos exministros no han dudado en reconocerse mutuamente sus virtudes, también han alcanzado un punto de encuentro a la hora de identificar el sistema de pensiones, los impuestos o el conflicto territorial como los principales problemas a los que se enfrenta la economía española en los próximos años.

Margallo ha reivindicado una reforma constitucional que permita mejorar la administración pública en materias como las competencias de las autonomías, la financiación pública, la transparencia o el papel del Senado y que sirva para blindar el sistema de pensiones.

"Creo que hay que constitucionalizar el derecho a tener una pensión, para que se actualice de acuerdo al poder adquisitivo y a otros índices", ha recalcado el exministro popular.

Por su parte, Rubalcaba ha abogado por alcanzar un acuerdo para desarrollar unos presupuestos "moderadamente expansivos", que se traduzcan en inversiones en educación y sanidad o en el aumento del salario mínimo interprofesional, gracias a una mayor recaudación con impuestos sobre ecología o economía digital.

"En 2005, cuando España subió el salario mínimo interprofesional fue el año en el que se creó más empleo", ha subrayado el exministro socialista que ha puesto como ejemplo la negociación sindical que ha mantenido el sector del automóvil.

Los dos políticos veteranos también han coincidido en parte de su diagnóstico sobre la situación de la economía global y han destacado la incertidumbre que producen las políticas proteccionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, o su decisión de abandonar algunos acuerdos internacionales como el del cambio climático de París o el del armamento nuclear de Irán.

En cuanto al papel que juega España en la Unión Europea, tanto Rubalcaba como Margallo han señalado la importancia de encontrar sinergias con el resto de estados miembros que apoyan el proyecto comunitario, para evitar el efecto que pueden producir los nuevos partidos euroescépticos.

En ese sentido, ambos han defendido que hay redefinir las competencias en el marco europeo para garantizar que algunas políticas como las de medio ambiente, inmigración o rescate económico se lleven a cabo de una forma comunitaria.

En un evento cordial, pero marcado por los pequeños chascarrillos que han despertado las risas entre el público asistente, dos de los máximos representantes de la política nacional de las últimas décadas han defendido sus ideales amparados en la "libertad intelectual" que, según afirman, ha caracterizado sus respectivas carreras