Luisa Fernanda Rudi advirtió ayer, en su primera rueda de prensa en esta campaña electoral en Zaragoza, que el futuro de los fondos estructurales "no está nada claro". Pronosticó que el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, se "plegará" en las negociaciones a la voluntad del eje franco-alemán, ambos países son partidarios de aplicar un fuerte tijeretazo al dinero que aportan a las arcas comunitarias.

"Nos jugamos mucho en la Unión Europea, como el reparto de los fondos estructurales, porque Francia y Alemania quieren reducir sus aportaciones y, a la vez, hay más países para repartir", afirmó la candidata número dos de la lista del PP, al tiempo que llamó a "defender los intereses nacionales sin hacer dejaciones en Bruselas". Incidió igualmente en que ambas potencias europeas quieren que las redes de transporte más importantes estén en el centro, "que es donde ellos tienen sus mercados".

Consciente de que unas elecciones europeas movilizan menos al electorado que unas generales o autonómicas, Rudi trasladó a los ciudadanos la importancia de los comicios del 13 de junio en un momento "crucial" para la Unión, cuando el número de sus miembros ha aumentado hasta 25 y mientras se debate la Constitución, que será el "marco de relaciones" de millones de ciudadanos y determinará el peso específico de cada país en la toma de decisiones. Lo que sucede en Bruselas y Estrasburgo, remarcó, afecta al "día a día" de la vida de los europeos.

Rudi defendió la "solidez" del PP, que "tiene la decisión de seguir trabajando por España", y se preguntó "qué proyecto tiene el PSOE cuando habla de reformar la Constitución española y los Estatutos de Autonomía sin decir cuál es su propuesta. Sus ataduras se lo impiden", en alusión a la mayoría minoritaria de Zapatero, que le obliga a pactar con IU y los Grupos nacionalistas.

A su juicio, el 13 de junio "va a quedar claro el reequilibrio del mapa político, porque los socialistas son conscientes" de que el resultado de las elecciones generales del 14-M no hubiera sido el mismo" sin la masacre del 11-M, que desplazó el voto de 2.700.000 personas. "El PP hubiera ganado", afirmó tajante.

La dirigente popular insistió en que el PSOE carece de un proyecto definido para España. Puso el ejemplo del presidente catalán, el socialista Pascual Maragall, que ha planteado una relación de interdependencia entre Cataluña y España "con un proyecto que no difiere mucho del Plan Ibarretxe".