Ryanair, la aerolínea de bajo coste irlandesa, vive una crisis que recuerda a la que sufrió Vueling en el verano del 2016 y que, cómo no, la están pagando sus pasajeros. La aerolínea ha decidido cancelar entre 40 y 50 vuelos al día en toda su red europea durante las próximas seis semanas para «recuperar la puntualidad», unas cancelaciones que afectan a miles de pasajeros todos los días. Las supresiones de vuelos han afectado al aeropuerto de Zaragoza en los últimos días. Concretamente, un vuelo procedente de Bruselas, el pasado viernes, y otro de Milán, el pasado domingo. Según la lista oficial de vuelos cancelados que facilitó la compañía hasta el próximo 30 de octubre, no hay más vuelos afectados con origen o destino a Zaragoza.

En cualquier caso, la dirección de Ryanair aseguró que entre ayer y hoy se pondría en contacto con todas las personas afectadas por la cancelación de algún vuelo, y puso un buscador en el que cada cliente podía introducir el código de su viaje para saber si era uno de los afectados.

Los aeropuertos más afectados son los de Bruselas, Milán, Dublín y Stansted, en Londres. Precisamente aquellos en los que la compañía realiza más operaciones.

La compañía anunció la medida el pasado sábado, y las cancelaciones empezaron ese mismo día. Ryanair achacó a las huelgas de controladores aéreos, el mal tiempo y las vacaciones de pilotos y personal de cabina una caída de la puntualidad por debajo del 80%, lo que les llevó a actuar para «recuperar la puntualidad». Y esa actuación se ha resuelto cancelando casi medio centenar de vuelos todos los días. Cada jornada se verán afectados más de 7.000 pasajeros en toda Europa, alrededor del 2% del total de viajeros de la aerolínea.

Además de las razones dadas por la compañía, desde la prensa irlandesa se apunta a otro motivo: la compañía está sufriendo una fuga de pilotos. Desde principios de año, 140 pilotos han dejado la aerolínea irlandesa y han pasado a trabajar para Norwegian, confirmó la compañía escandinava. No serían los únicos que han dado este salto, en un momento en que las aerolíneas de todo el mundo buscan ampliar sus plantillas con pilotos. De hecho, Norwegian abrirá una nueva base en Dublín (sede de Ryanair), donde incorporará 40 nuevos pilotos. Ryanair, mientras, está ofreciendo a nuevos pilotos una prima por firma de contrato de 10.000 euros, según la prensa irlandesa.

«Nos hemos liado con la asignación de vacaciones anuales de los pilotos», se ha justificado el consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary. «No estamos cortos de pilotos. En lo que hemos fallado ha sido en la distribución de las vacaciones. No tenemos suficiente personal en reserva para hacer frente los trastornos sufridos, como los provocados por los controladores o por la climatología», agregó.

Según el directivo, el problema ha aparecido al intentar colocar todas las vacaciones del año entre abril y diciembre: hasta ahora las atribuían en el periodo abril-marzo del siguiente año, pero la autoridad de aviación irlandesa les ha obligado a hacerlo en años naturales. Este cambio de calendario ha derivado en la imposibilidad de operar todos los vuelos a tiempo, según la compañía.

O’Leary pidió «sinceras disculpas» a todos los pasajeros afectados, al tiempo que reconoció que las cancelaciones son «claramente un lío» creado por la propia aerolínea. Y se justificó: tenían que elegir entre operar con un 60% de puntualidad o recortar el medio centenar de vuelos diarios. La firma deberá afrontar un sobrecoste de 20 millones de euros solo en indemnizaciones.La decisión que ha tomado la firma es reducir los vuelos hasta finales de octubre (cuando acaba la temporada de verano) para mejorar la puntualidad.