Hace algún tiempo les hablaba de una novela extraordinaria sobre la vida de Trotski, El hombre que amaba a los perros (Tusquets), de Leonardo Padura, y me referiré hoy a la que podría enfocarse un poco como su anversa: Asesinato en el Kremlin (editorial Rey Lear) de Alejandro Gallo.

La primera de las mencionadas narraciones sigue a la figura de Trotski por su largo exilio, Noruega, París, hasta México, donde sería asesinado por el comunista español Ramón Mercader. La segunda narración, por el contrario, permanece en la Rusia revolucionaria, para referirnos desde los entresijos de San Petersburgo y Moscú las intrigas que tuvieron lugar a raíz de la caída en desgracia de Trotski, de la muerte de Lenin y del ascenso al poder de Stalin.

Especialista en dicho período histórico, Gallo urde una ágil trama, con formato de thriller o novela negra, muy práctico y atractivo para el lector. El ritmo vivo invita a pasar páginas con celeridad. Abundan los diálogos cruzados y funciona a satisfacción la mezcla de personajes reales con criaturas de ficción, recurso igualmente habitual en los relatos de intriga.

Asesinato en el Kremlin nos invita a sumergirnos en la feroz lucha de poder desatada en el seno del Soviet Supremo a raíz de la fase en la que Stalin decide desembarazarse de cualquier rival capaz de hacerle sombra. Kámenev y Zinóviev serán procesados por supuestas traiciones, y Kirov asesinado de un modo que hace sospechar a algunos que detrás de esa tragedia se esconde la mano de Stalin. Ciertos altos dirigentes del partido, asimismo bajo sospecha, y una periodista norteamericana que trata de hacerse con grandes exclusivas se encargarán de tirar de un hilo que les irá llevando a las más insospechadas revelaciones.

Al filo de sus peripecias, Asesinato en el Kremlin también opera en algunos pasajes como una novela de espías que prestase a sus protagonistas una particular atención psicológica, confrontándolos con las pasiones básicas que atormentan el alma de los seres humanos, y de los más concretos caracteres de este libro de acción.

La novela de Gallo ha ganado el XIV Premio Francisco García Pavón, convocado en memoria al gran maestro de la narrativa policíaca española, e inventor de la saga de Plinio, aquel inolvidable detective de Tomelloso.

Seguro que a García Pavón le habría gustado el thriller de Gallo.