La reciente reconquista de Crimea por parte de Vladímir Putin ha supuesto un golpe para el orgullo americano. Obama no ha salido precisamente airoso del conflicto, y una ola de inseguridad ha recorrido los Estados Unidos, a la espera de lo que pueda pasar en Ucrania, la próxima pieza del tablero y el próximo movimiento del líder ruso.

Mientras tanto, y por si acaso, el escritor David Baldacci ha creado a un nuevo héroe americano, capaz de enfrentarse con los enemigos de su país y de la justicia universal, desde los yihadistas hasta los pro--rusos, de los norcoreanos a los dictadores latinos rebeldes a Washington.

Se llama John Puller.

Descalzo, mide un metro con noventa y dos centímetros y medio. Sabe su altura con esa precisión porque al ejército de Estados Unidos, al que pertenenece, le gusta hacer las cosas bien. Puller es hijo de un general llamado el Peleón, por su resolución en combate, con el pecho cruzado de medallas. Los músculos de Puller son largos y fibrosos, con una fuerza de palanca extraordinaria. Su equipo se compone de guantes de látex, linternas, bolsas para cadáveres, trajes protectores con capucha y sistema de filtrado de aire, equipo para huellas latentes, chalecto reflectante, cuchillo, dos pistolas M11 y un subfusil MP5.

Con tales pertrechos y, sobre todo, dotado de un sexto sentido para resolver casos de excepcional dificultad, Puller viaja a Virginia Occidental para resolver el extraño asesinato de un coronel del ejército. Allí conocerá a una sargento local, Samantha Cole, Sam, quien le instruirá sobre la vida de los habitantes de Drake, la población minera de unos pocos miles de habitantes donde ha tenido lugar el crimen del coronel Reynolds, que Puller debe elucidar. Sam describirá a Puller las actividades mineras de la región, basadas en la explotación de minas de carbón a cielo abierto. Esa inmersión en la realidad proporcionará a la novela, Día Cero (Ediciones B) una contundencia y un cimiento que la hará verosímil, invitando al lector a seguir avanzando en el conocimiento de las instalaciones mineras (y de los mineros) y en otro tipo de actividades relacionadas con la inteligencia militar y con el asesinato del coronel Reynolds.

Un buen thriller, trepidante, imaginativo, lleno de sorpresas y acción. El primero de John Puller. Un Baldacci.