Una de las trayectorias políticas más insólitas de la llamada Transición española es, sin duda, la de Jorge Verstrynge. Autor de numerosas transiciones, o tal vez de una sola y la misma, que le ha llevado desde el neofascismo a la militancia comunista.

La revista Tiempo, por medio de Antonio Rodríguez, ha buceado en la biografía de Verstrynge para tratar de explicar lo aparentemente inexplicable. Por expresarlo de una manera muy gráfica, la distancia mediante entre las dos fotografías que ilustran el reportaje: una en blanco y negro, con un engomado Verstrynge sentado en su escaño de Alianza Popular junto a su primer padre político, Manuel Fraga, y otra marchando con los republicanos, desmelenado y envuelto en la bandera tricolor, en una reciente manifestación contra la proclamación de Felipe VI.

El autor del reportaje busca las respuestas a esta singular deriva ideológica en la etapa adolescente de Verstrynge, que transcurrió en Marruecos y Argel. Su padre biológico, Willy Verstrynge--Thalloen fue pronazi y seguidor del antisemita Leon Degrelle en la II Guerra Mundial. En cambio, su padrastro (tras el divorcio de sus padres), René Mazel, era un comunista francés que, por sus actividades políticas, resultó expulsado de Argelia en 1947.

Víctima, tal vez, de esa bipolaridad, Verstrynge comenzó su carrera militando a los 18 años en el neofascismo francés. En España se declaró seguidor de Girón y simpatizante de Cedade. De ahí, el salto al partido de Fraga, a quien veía como un De Gaulle a la española.

Su feroz oposición a la UCD de Suárez y al PSOE de Felipe González le labró una inequívoca imagen de derecha dura, encarnando la típica ideología y estética facha. En 1983 disputó y perdió la alcaldía de Madrid contra Tierno Galván. A partir de ahí, su estrella declinó. En 1988 solicitó su ingreso en el PSOE, que no se haría efectivo hasta 1993. Con los socialistas no ocupó cargos de importancia, hasta que, defraudado por su evolución ideológica pasó a IU y a asesorar a Francisco Frutos. También asesoró a Chávez, afirmando identificarse con la revolución bolivariana de Venezuela. Y ha sido, dicen, uno de las principales influencias de Pablo Iglesias en la concepción del fenómeno Podemos.

Una vida y una trayectoria ciertamente distintas.