El rumano Liviu M. saldó ayer con una multa de 2.880 --canjeable por ocho meses de cárcel en caso de impago-- y la obligación de indemnizar con 9.301 euros a la DGA la introducción en España de un osezno procedente de los Cárpatos.

El acusado, que se sentó en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza, se enfrentaba inicialmente a una petición de condena de dos años de prisión y de cuatro de inhabilitación para la práctica de la caza y la pesca por parte de la Fiscalía y de Fapas (Fondo en Asturias para la Protección de Animales Salvajes), representado por el letrado José Manuel Marraco.

El imputado aceptó el acuerdo que habían alcanzado las acusaciones y su defensa, ejercida por la penalista Olga Oseira.

El osezno, bautizado como Aragón y que ya es adulto, vive en el parque de Cabárceno.