La ley de fomento del emprendimiento y el trabajo autónomo de Aragón salió adelante ayer en el pleno de las Cortes con el voto de los grupos de la izquierda, la abstención del PP -que la considera «podemizada»- y del PAR, y el rechazo de Ciudadanos, que considera que habrá que cambiarla «entera» por no ser útil.

La ley refunde un texto presentado por Podemos y otro por la DGA que recoge, según explicó la coordinadora de ponencia, la socialista Leticia Soria, la mayoría de las propuestas plasmadas por las asociaciones de autónomos en un decálogo y que asume el 70% de las enmiendas.

Una norma que además de propiciar la simplificación administrativa para facilitar el trabajo autónomo y el emprendimiento, incluye medidas para impulsar la segunda oportunidad y para facilitar el acceso a la financiación, a través de mecanismos ya creados, con microcréditos, crowdfunding o fondos específicos para negocios.