Menos de un mes ha estado en prisión provisional una vecina de Zaragoza que fue detenida por robar en 15 establecimientos de la capital aragonesa aprovechándose de su avanzado estado de gestación. Pedía ir al baño de manera urgente y con la excusa cometer los hurtos. Un modus operandi que ha repetido tras su excarcelación y que ha hecho que el Grupo de Hurtos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón volviera a arrestarla.

En esta ocasión, los investigadores le imputan a M. T. M. G., de 34 años y de origen español, otros diez hechos delictivos. En esta ocasión, el arresto se produjo el pasado lunes sobre las 20.40 horas en la calle Torre Nueva, cuando los agentes, que tenían conocimiento de que se estaban produciendo una serie de hurtos en establecimientos de la zona centro de la ciudad, observaron que dos mujeres discutían en la puerta de acceso de una tienda de alimentación, saliendo a la carrera una detrás de la otra y cómo una de ellas empujaba y golpeaba a la otra al verse alcanzada.

Los funcionarios se identificaron como policías y reconocieron sin género de dudas a M.T.M.G como presunta autora de varios hechos que estaban investigando en esos momentos. Al entrevistarse con la otra mujer, esta les manifestó que era la encargada del establecimiento de alimentación y que había visto cómo la mujer se había guardado productos del local en el interior de una mochila y abandonaba el lugar sin haberlos abonado. Al darle el alto para impedir que se marchase, la mujer la había empujado y salido corriendo.

Por tales hechos, los agentes procedieron a su detención y posterior traslado a dependencias policiales. El citado Grupo de Hurtos realizó las gestiones pertinentes comprobando que la detenida era la presunta autora de otros nuevos delitos de hurto en diferentes establecimientos zaragozanos, que habían sido denunciados entre el 27 de marzo y el 10 de abril de este año y que habían sido cometidos utilizando la misma forma de actuar que en los otros 15 que ya se le imputaron en la detención anterior. Al modus operandi tan característico se añade un llamativo tatuaje en la cara que permitió reconocerla.

Posteriormente fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia, quien tras oírla en declaración decretó su inmediato ingreso en el centro penitenciario de Zuera de forma provisional.