El joven de 28 años que permanecía en prisión desde las pasadas fiestas de San Lorenzo por agredir mortalmente a un hombre de 39 ya ha quedado en libertad. Así lo decretó el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Huesca, tras considerar que no existe riesgo de fuga ni de ocultación de pruebas.

Aunque acepta la solicitud del abogado de la defensa, José Luis Melguizo, el magistrado impone al imputado, R. H. O. la obligación de comparecer en sede judicial los días 1 y 15 de cada mes.

Un auto de libertad que llega después de que la Fiscalía Provincial de Huesca haya calificado los hechos con un delito de homicidio mediante imprudencia grave por el que solicitará tres años y medio de cárcel.

Valora el ministerio público que la víctima falleció en la uci como consecuencia de golpearse fuertemente la cabeza contra el suelo y no del puñetazo que recibió en la cara y que le hizo perder el equilibrio y caer. Junto a dicha pena, solicita que el encausado indemnice a la familia de la víctima con 133.346,76 euros.

Recuerda la Fiscalía que se ha de tener en cuenta que, tras la agresión, R. H. O., huyó del lugar de los hechos, dejando a la víctima tirada en el suelo y teniendo que ser asistida por otras personas que se encontraban en lugar.

«Es previsible una sentencia condenatoria habida cuenta los indicios existentes en el proceso, no obstante, tras el informe forense, se han calificado los hechos como cometidos por imprudencia grave y no dolosa», recalcan desde la acusación pública.

R. H. O. se entregó después de saber que la Policía Nacional había iniciado la investigación. La agresión, ocurrida sobre las 06.00 horas el 13 de agosto en la zona del Tubo, quedó registrado por unas cámaras de seguridad. Tras una primera asistencia en la vía pública, el agredido fue trasladado al hospital San Jorge y posteriormente al Clínico de Zaragoza ante la gravedad del traumatismo craneal que presentaba. Allí murió.