Diecisiete salidas de agua del río Gállego y las tomas de 23 términos municipales se controlan diariamente por parte del Gobierno de Aragón y de la Confederación Hidrográfica del Ebro para determinar si la contaminación de lindano supera los niveles que marcan los protocolos sanitarios.

El pasado viernes se detectó en el municipio ribereño de Ardisa (Zaragoza) una concentración de lindano en el agua de boca que superaba los niveles permitidos, de un microgramo por litro, y desde entonces se prohibió el consumo de agua de boca en este municipio y en los de Piedratajada y Santa Eulalia, ha recordado hoy el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón.

Ayer, los departamentos de Sanidad y Medio Ambiente del gobierno aragonés, la CHE y Protección Civil mantuvieron una reunión para establecer un protocolo de actuación ante esta situación, que para el consejero "no es preocupante".

Desde ayer, se analizan diariamente las salidas de agua de 17 puntos en el río Gállego y las tomas para abastecimiento urbano en 23 municipios, entre Latas y la urbanización de El Zorongo de Zaragoza.

Si el análisis sale negativo, se repite tres días después antes de autorizar el consumo de agua de boca de nuevo, y si sale positivo, automáticamente se impone o se renueva el protocolo que impide el consumo de agua y se siguen haciendo análisis hasta que éstos dan negativo.

De momento, sólo se siguen detectando niveles de contaminación por lindano en Piedratajada y Santa Eulalia, pero se mantiene la prohibición de consumo de agua también en Ardisa "por precaución", aunque tan pronto como el Laboratorio de Salud Pública del Gobierno de Aragón dé la autorización, se levantará el veto.

El consejero ha dicho que se quieren testar todos los puntos de abastecimiento por si los elementos contaminantes podrían estar desplazándose río abajo.

En cualquier caso, Lobón ha insistido en que no hay ningún riesgo de intoxicación por beber este agua, dado que los niveles detectados son mínimos, pero que es necesario establecer y seguir los protocolos de seguridad, y que es partidario de que éstos sean "lo más estrictos posible".

Además, en los lugares en los que los análisis han dado positivo, o que lo den en un futuro, habrá que limpiar los depósitos de agua, una tarea "fácil" que deben acometer los ayuntamientos, a quienes se "ayudará" si así lo requieren.

La limpieza consistiría en el vaciado de los depósitos y su limpieza con cloro.

Las causas de esta contaminación parecen estar en el traslado de los residuos desde el vertedero de Bailín, que para Lobón es "uno de los problemas medioambientales más importantes del sur de Europa".

Hasta ahora, el Gobierno de España y el de Aragón colaboraban para el traslado y la gestión de los residuos tóxicos de lindano que dejó en la zona la empresa Inquinosa, que gestionó una planta química en Sabiñánigo (Huesca) entre 1975 y 1990.

Este año se han hecho cinco traslados, pero sufragados exclusivamente por el Gobierno de Aragón, aunque Modesto Lobón va a pedir la renovación del convenio con el Ministerio de Medio Ambiente para que éste colabore.

Además, según ha explicado el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, el Gobierno de Aragón ya ha pedido la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a Inquinosa a pagar 6,4 millones de euros por los daños graves causados al medio ambiente.

Esta cantidad, ha precisado, supone sólo el diez por ciento de la inversión que está siendo necesaria para solucionar el problema de los residuos.