El Salud acaba de admitir que un paciente de cáncer murió por un diagnóstico tardío. Un reconocimiento que, en parte, reconforta a una familia zaragozana que no reprochaba a la Administración el fallecimiento, sino que quería respuestas ante sus sospechas sobre una mala praxis médica. Como compensación, el Gobierno de Aragón les indemnizará con 31.990 euros.

Todo se inicia el 11 de enero del 2016 cuando el paciente, de 65 años, acude al servicio de radiodiagnóstico del centro de especialidades Grande Covián de Zaragoza para realizarle varias pruebas de preoperatorio por una intervención de cataratas. En dicho informe, los facultativos señalan: «Dudoso aumento pseudonodular paratraqueal derecho a valorar mediante una TC». Es decir, presentaba indicadores de que se estaba produciendo en los pulmones un aumento anormal del tejido orgánico, uno de los síntomas de carcinoma.

Un análisis que no se le informó al paciente hasta ocho meses después, a petición suya. La prueba que propusieron en dicho centro nunca se le hizo, si bien el Salud señala que no era necesario practicarla. Se enteró de lo que sufría cuando el 24 de septiembre del 2016 acudió a las urgencias del hospital Royo Villanova con dolores y problemas de respiración. Allí le dijeron que tenía un tumor de 7 centímetros con metástasis en los ganglios.

A pesar del diagnóstico, tal y como señala el abogado de la familia, Cristian Monclús, se da de alta al paciente y se le cita a posteriori a una espirometría. El 6 de octubre se le diagnostica de nuevo un carcinoma en estadio cuatro para remisión a Oncología. El 7 de noviembre vuelve a ingresar en el hospital en estado febril y el 10 de noviembre se le da de alta. De nuevo se le cita para Oncología. Finalmente, el 1 de enero del 2017, sin haber llegado a recibir tratamiento alguno, este hombre muere a consecuencia de su afección pulmonar.

El Ejecutivo autonómico admite en un informe que «existió un retraso del diagnóstico de cáncer de pulmón con pérdida de oportunidad para el paciente». «La víctima aumentó de estadio de la enfermedad (gravedad) en nueve meses», concluye.