"Sigue habiendo deficiencias en las torres del Clínico en las que apareció el brote del legionela". Así de rotunda fue ayer la acusación que el doctor José Luis Ansón, nefrólogo de este hospital zaragozano, lanzó ayer al Salud. Y lo hizo en una rueda de prensa que convocó porque se siente "perseguido" desde que algunos de sus informes, "que no contienen datos confidenciales sino apreciaciones fruto de la observación directa", llegaran a los medios de comunicación, este verano.

Tras esta comparecencia, el Salud no tardó en reaccionar mediante una nota en la que "desautorizaba públicamente" a este facultativo y le exigía "responsabilidades" por las "acusaciones de negligencia que ha reiterado a propósito de la conducta de los directivos y profesionales del Clínico" durante el brote de legionela del pasado mes de junio.

A raíz de ese brote de legionela, el doctor Ansón inició la elaboración de varios informes --el último de los cuales presentó ayer a la prensa-- en los que se recogían fotografías de las torres de refrigeración donde apareció el brote de legionela, que afectó a 30 personas y causó la muerte a siete de ellas.

Precisamente, una de las nuevas acusaciones vertidas ayer por el facultativo fue a raíz del número de afectados que "debió haber sido mucho mayor". Según explicó la mortalidad de la legionela presenta índices mucho menores en otros casos. "En Murcia, se vieron afectadas 200 personas y sólo murió una". Con 30 afectados y siete muertes, el índice de mortalidad en Zaragoza sería del 23%, algo que, según dijo, no se ajusta a la estadística epidemiológica.

En su intervención, Ansón reiteró asimismo las acusaciones de "negligencia" en el mantenimiento de las torres, denuncias que ilustró con fotografías tomadas este verano y en las que podían apreciarse resto de cal, rejillas rotas e incluso algas, "que son caldo de cultivo para la legionela".

El médico aseguró que todavía existen deficiencias en dicha instalación y pidió la renovación de la misma, así como de otras torres similares que existen en lugares de riesgo, como las residencias de ancianos.

Por otra parte, el facultativo aseguró que hace diez días se ha comenzado un tratamiento contra la legionela en el agua del hospital, de forma que las encargadas de la limpieza abren los grifos y duchas de agua caliente durante 10 minutos todos los días durante la limpieza de las habitaciones. Ansón comentó que se trata de medidas "no comunicadas a todos los trabajadores del hospital ni a los pacientes" y que es la tercera vez que esto se produce en lo que va de año.