Los 88 niños de una guardería privada del barrio del Picarral de Zaragoza, en la que se ha detectado un pequeño foco de tuberculosis, fueron sometidos ayer a la prueba de la tuberculina. De este modo, Salud Pública podrá determinar en el plazo de 72 horas la tasa de infección, es decir, de aquéllos que han entrado en contacto con el agente bacteriano de la tubeculosis, aunque eso no significa que se desarrolle la enfermedad.

La prueba consiste en aplicar una inyección en el brazo de un reactivo que permite conocer la reacción del organismo pasadas unas 72 horas. El próximo lunes se conocerán ya los resultados de esta fase. A pesar de que cada familia podría haber acudido a su pediatra, Salud Pública ha optado por hacerla de forma conjunta y realizar así una lectura colectiva, según confirmaron ayer desde Salud.

Las autoridades sanitarias comenzaron a actuar tras detectar en los últimos días cuatro casos de tuberculosis en niños de dos y tres años. El primero de ellos se conoció el 5 de abril y, los otros dos, los días 12 y 14 del mismo mes. El último caso se confirmó el pasado 19.

En la investigación realizada por Salud Pública se apunta que el origen del contagio puede ser una trabajadora en prácticas, que estuvo en la guardería hasta finales del año pasado y que en estos momentos está siendo tratada de la enfermedad, que también le fue detectada este mes de abril.

El pasado día 15, todos los empleados fueron ya sometidos a la prueba de la tuberculina y a otras complementarias sin que ninguno diera positivo. Ayer les tocó el turno a los alumnos y, el lunes, los expertos de Salud Pública se acercarán al centro para comprobar su reacción al reactivo.

Si dan negativo, se remitirá a los pequeños a sus pediatras para que les aplique un tratamiento preventivo. También se repetirán las pruebas en dos o tres meses. En el caso de que resulten positivas, se les remitirá a sus respectivos centros de salud.