El Servicio Aragonés de Salud amortizará once plazas de médicos de Atención Primaria en el medio rural a partir del 1 de octubre para equilibrar el número de pacientes que atiende cada profesional, aunque con el compromiso de que no disminuirá la asistencia. Este plan de reordenación, aprobado en junio por la mesa sectorial de sanidad con la unanimidad de Administración y sindicatos, contempla trasladar a once facultativos con menos de 300 tarjetas sanitarias a centros de salud urbanos saturados, para reducir la presión asistencial de algunas consultas.

El objetivo es rebajar a 1.700 la cifra de 2.000 tarjetas que soportan algunos facultativos, con la llegada de los profesionales del medio rural.

Sin embargo, este plan --previsto para el 1 de octubre-- no acaba de entenderse en las localidades afectadas (los vecinos de Nogueruela se han manifestado y otros pueblos anuncian movilizaciones), al entender que se les retira un elemento aglutinador en zonas dispersas.

IGUAL ASISTENCIA Ante el recelo y la preocupación que esta cuestión provoca, desde el Salud se dijo ayer que se mantendrá el mismo nivel asistencial que existía. "Los vecinos no van a notar absolutamente nada. Se va a ir un médico y les va a atender otro que ya trabaja y conoce la zona, y con el mismo número de consultas que tuvieran", insistió a este diario el director de Coordinación Asistencial del Salud, Roberto Garuz.

Este gestor sanitario explicó que las once zonas donde se aplicará la reordenación tienen una media de usuarios por médico muy baja.

En cada zona de salud, especialmente en sus cabeceras, seguirá trabajando el facultativo titular. El resto de su equipo, que actualmente es el que viaja y se distribuye la asistencia de varios pueblos pequeños, lo seguirá haciendo, asumiendo además la localidad con menor número de habitantes que se ve afectada directamente. "En lugar del médico que acudía ahora a las consultas irá otro de la zona", subrayó.

Garuz recordó que Aragón es una de las comunidades con mejor ratio de médicos por número de habitantes, junto a Castilla y León, con un facultativo por cada 1.050 tarjetas sanitarias. El total de médicos de familia y de pediatras en Atención Primaria asciende a 1.100. La Organización Mundial de la Salud sostiene que para que un facultativo mantenga sus habilidades prácticas necesita atender al año un mínimo de cinco casos de la misma patología.

"En Aragón tenemos un gran número de médicos con pocos usuarios, algunos son objeto de esta reordenación con un volumen de tarjetas entre las 100 y las 300, insuficiente para mantener entrenadas dichas habilidades", añadió. Y apuntó que estos once médicos interinos que van a ser trasladados a la ciudad, igualmente se habrían marchado en unos meses, cuando concluya el concurso oposición de Primaria, y habrían sido sustituidos por otro. "Así les aseguramos que el médico que les va a atender a partir de octubre es un profesional que ya conoce la zona, con el compromiso de que vamos a mantener el mismo nivel de asistencia", concluyó.