Final feliz en la desaparición de Carmen Clavería, la zaragozana, del barrio de Montañana, de 34 años que estaba en paradero desconocido desde el pasado domingo. Ayer fue localizada en el hospital Obispo Polanco de Teruel, donde permanece ingresada. Los propios sanitarios fueron los que llamaron al Cuerpo Nacional de Policía para avisar de que estaba en su centro, tras leer la noticia de su desaparición en la prensa.

Pero, ¿por qué está ingresada en Teruel y no en Zaragoza? La familia de Carmen hizo esta pregunta a los médicos turolenses que les informaron de que todo responde a un problema de falta de camas en los hospitales de la capital aragonesa. «Nos han dicho que no había sitio para ella en Zaragoza, la llevaron en ambulancia al Clínico Lozano Blesa pero al no poder ingresarla allí decidieron llevarla nada menos que hasta Teruel», lamentó Ruth, prima de Carmen. «Estamos muy contentos de que esté bien, han sido días de mucha angustia, de pedir ayuda a todo el mundo y, por lo menos, sabemos que está siendo atendida por los médicos», señaló Ruth, quien destacó que Carmen tiene una enfermedad mental, por lo que precisaba de medicación. «Mi tío se llegó a subir al monte con una linterna en medio de la noche para intentar localizarla, han sido unos días que no se los deseo a nadie», afirmó Ruth.

Al parecer, la joven Carmen Clavería tuvo una crisis de ansiedad en un bar, después de un encontronazo con unos jóvenes. Una ambulancia la trasladó al hospital Clínico Lozano Blesa y ahí comenzó un peregrinaje que acabó a 171,1 kilómetros de distancia, en la capital del Bajo Aragón.

Según fuentes del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, se trata de una paciente psiquiátrica, de modo que los ingresos deben realizarse en las unidades específicas por las condiciones que requieren. Coincide que en ese momento no había camas libres en Zaragoza capital, «de modo que se aplica un protocolo establecido para enviar a la paciente al recurso libre más cercano».

No obstante, la familia Gabarre Clavería ya se ha puesto en contacto con un abogado de cara a analizar si se pueden tomar acciones legales por el hecho de que nadie les comunicara que la joven se encontraba ingresada en el hospital turolense. No obstante, según pudo saber este diario, tanto desde el Clínico como del Miguel Servet trataron de ponerse en contacto con sus padres, pero no pudieron.