El Salud continuará pagando su retribución salarial a la técnica de laboratorio en prisión por, supuestamente, manipular cinco muestras de tuberculosis, en las que inoculó la bacteria y que llegó a provocar que a una paciente y varios de sus familiares fueran tratados contra la enfermedad. Así se lo trasladó ayer el gerente del sector, José Manuel Aldámiz-Echevarría, al personal del hospital en la junta que tuvo lugar por la mañana y en la que explicó cómo se habían desarrollado los acontecimientos.

De este modo, el Salud apela a su respeto por la presunción de inocencia, a pesar de que la detenida se encuentra encarcelada en Zuera y mantendrá, como avanzó ayer la Cadena Ser, el pago del salario básico a la técnica de laboratorio, previsiblemente, hasta que esta sea juzgada y haya una sentencia en firme. De este modo, las autoridades sanitarias renuncian a aplicarle un doble castigo, algo que ha sido bien visto por varios colectivos sindicales.

En la junta, Aldámiz-Echevarría expuso al personal cómo había evolucionado el caso hasta la detención de M. P. V. V., de 37 años, aunque algunos de ellos ya eran conocedores de que se estaba llevando a cabo una investigación desde hacía tiempo. De hecho, el problema se detecta ya a finales de marzo, lo que lleva al Servet, junto con Salud Pública, a revisar todos los casos desde enero.

Fue la propia jefe del servicio de Microbiología, María José Revillo, quien informó a la gerencia que, tras informar al Salud, puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía.

Precisamente, diversas fuentes señalan que el ambiente en el laboratorio donde se habrían producido, supuestamente, los sabotajes, no era bueno. De hecho, hay quien afirma que la propia Revillo --empeñada en mantener la certificación ISO de calidad del servicio-- y la detenida mantenían fuertes diferencias personales, aunque fuentes del hospital no quisieron confirmar este extremo no niegan el mal ambiente en el laboratorio tanto antes como ahora, lo que habría provocado enfrentamientos internos.

En todo caso, la propia detenida habría afirmado en su declaración, en la que negó haber manipulado muestras, tener una mala relación con su jefa.

Por eso, sindicatos como CCOO han reclamado la necesidad de profundizar en la realización de más trabajo de prevención de riesgos laborales como una de las herramientas destinadas a acabar con el mal ambiente en el lugar de trabajo. De igual modo, estos colectivos reclaman, según la Ser, un estudio de riesgos psicosociales para determinar el riesgo al que se someten en algunos puestos debido a la presión asistencial, la turnicidad y los horarios.

La sanitaria permanece en Zuera imputada en los delitos de lesiones, daños, estafa y otro contra la seguridad colectiva. La jueza decretó el secreto de sumario a la espera de unos informes.