El Ingreso Mínimo Vital (IMV) aprobado por el Gobierno el pasado viernes va a suponer una auténtico salvavidas para miles de aragoneses que debido a la pandemia han visto agravar su situación de vulnerabilidad y exclusión social. Aún se desconoce oficialmente cuántas familias podrán recibir el nuevo subsidio en la comunidad, pero diferentes fuentes estiman que la cifra podría superar fácilmente los 20.000 hogares a medio y largo plazo, cuando la ayuda esté totalmente implantada. El Ministerio de Seguridad Social recordó el pasado viernes que el nuevo ingreso mínimo llegará hasta a 850.000 familias en España, alrededor de 2,3 millones de personas.

Todavía es una incógnita cómo se articulará en la práctica el nuevo IMV y también cómo se compaginará con el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), la prestación autonómica que actualmente reciben las personas con escasos recursos en la comunidad. El director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Joaquín Santos, indicó el pasado lunes que es «aventurado» realizar un cálculo exacto de los potenciales perceptores ya que ni él ha recibido un borrador de la nueva medida, pero aseguró que «la inmensa mayoría» de los que ahora reciben el IAI podrán beneficiarse del IMV. No obstante, reconoció que la cifra de personas que recibirán el nuevo ingreso mínimo «será más amplia».

Actualmente, casi 8.000 familias aragonesas perciben el IAI, una ayuda de la que, según datos de la DGA, se benefician 18.726 personas, casi 5.000 de ellas menores.

El nuevo subsidio ha creado confusión incluso dentro de la propia DGA debido a esa falta de información. La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, señaló a finales de abril que desde el Ejecutivo autonómico se estaba estudiando modificar el IAI para que se pueda «complementar» con el nuevo ingreso mínimo y llegar así «al mayor número de población vulnerable posible». En efecto, en el borrador del IMV se indica que este será «compatible» con el cobro de otro tipo de rentas otorgadas por las autonomías. Sin embargo, el presidente Lambán aseguró la pasada semana que el IAI y el ingreso mínimo serán «incompatibles».

Lo que está claro es que el IAI no desaparecerá y que la llegada del nuevo subsidio va a representar la mejor oportunidad para reorganizar y «repensar» las prestaciones que otorga la comunidad.

Y es que la aprobación del IMV va a permitir a la DGA ahorrarse parte del dinero que destinaba al IAI, unos fondos que, advierten los sindicatos, deberán seguir yendo «íntegramente» a acciones sociales. La consejería ya dijo que estudiaba incluso derivar parte de ese dinero a itinerarios de búsqueda de empleo, algo que no ven con buenos ojos los sindicatos. «Esos fondos no deben ir a políticas activas de empleo, ya que estas deben sufragarse desde Madrid», indica el líder de UGT Aragón, Daniel Alastuey, que también exige que el Gobierno cumpla su palabra y garantice el carácter de permanencia de la nueva prestación.

MÁS DESIGUALDAD / A pesar de valorar su aprobación, algunas voces han criticado que la partida destinada es «muy escasa», como dijo el viernes el líder de CCOO Aragón, Manuel Pina. Lo mismo opina el presidente de la Red Renta Básica y profesor de la Universidad de Barcelona, Daniel Raventós, que critica el ingreso mínimo porque «dejará fuera» al 75% de las personas pobres en España. «Este subsidio no se parece en nada a nuestra propuesta y es totalmente insuficiente», lamenta Raventós.

Según un informe de Cáritas Aragón publicado a finales del 2019, en la comunidad había entonces 227.000 personas en riesgo de exclusión y la asociación advertía que otros 170.000 podrían estarlo si llegaba otro frenazo económico como el actual.

Y es que el nuevo subsidio llega en un momento en que las situaciones de vulnerabilidad se han disparado. De hecho, las solicitudes del IAI registraron en abril la mayor subida en cinco años, las ayudas de urgente necesidad del ayuntamiento han crecido un 200% y el banco de alimentos ha multiplicado su trabajo.