Cada año llenan de color la plaza de Pilar de Zaragoza. Lo hacen con sus flores y también con sus trajes y sus volantes. Ayer, la Casa de Andalucía de la capital del Ebro se escapó durante un rato de su propia feria (instalada este año en la calle Moret) para cumplir con una de las grandes tradiciones de su programa: la ofrenda que realizan ante la Virgen del Pilar.

Desembarcaron en la plaza de las Catedrales encabezados por el grupo titular del hogar, por Nostalgia Andaluza. Para los turistas de la plaza fue un regalo inesperado. Muchos esperaban allí la salve rociera. Con toda la comitiva, representantes de la casa, que preside Federico Tinoco. Dispuestos a hacer los honores para pedir también larga vida a la feria. Un recinto al que le queda mucho por contar hasta el próximo 7 de junio. Con sus casetas y con una intensa programación de actuaciones, que también se acuerda de los mayores y de los más pequeños de la casa. Hoy, por si quieren, tienen música, baile y copla, desde mediodía, con Valari y Paco El maño. Y por la tarde, animación infantil y actuaciones de Zarcillo y Nostalgia. Seguirán las comidas con sabor cordobés y las noches salerosas. La feria es joven hasta que el cuerpo aguante...