La localidad de Alagón verá recompensados sus esfuerzos para recuperar la emblemática iglesia de San Pedro Apóstol del municipio. Según explicó el alcalde, José María Becerril, la unión de ayuntamiento, vecinos, y asociaciones ha hecho posible garantizar los trabajos de restauración que necesita el edificio, que ha corrido un gran peligro hasta ahora, especialmente por "el deterioro de las cubiertas".

Ahora, "el arreglo de la iglesia será un hecho" después de que la diputación de Zaragoza (DPZ) aprobara en el pleno de la pasada semana la inclusión del proyecto de restauración remitido por el consistorio de Alagón en el Plan Bienal de Restauración 2004-2005.

De este modo, el consistorio de Alagón recibirá un total de 60.000 euros de la DPZ y de 20.000 euros del Arzobispado durante el 2004 y el 2005 para llevar a cabo la rehabilitación de las cubiertas del edificio. Por su parte, el ayuntamiento aportará los 20.000 euros restantes para completar el presupuesto de la primera fase --100.000 euros--.

Esta aportación supone casi la mitad del coste total de los trabajos de recuperación de la iglesia, que tendrán un coste de 203.000 euros. El acalde de Alagón señaló que "estamos muy satisfechos" y "lo importante ahora es comenzar las obras con el dinero que tengamos y no dejarlas a mitad".

Proceso

El ayuntamiento iniciará el proceso de adjudicación de las obras, que podrían comenzar pasado el verano. "La actuación más crucial y urgente para poder abrir el edificio al culto es la reparación del tejado", indicó Becerril, quien explicó: "Se abrió un gran hueco y cada vez que llueve amenaza con caer la bóveda".

La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Alagón es un edificio de ladrillo, en su mayor parte mudéjar. Emplazado sobre la antigua mezquita, probablemente ésta sería usada como iglesia hasta que en siglo XIII se le añadió el ábside mudéjar con la decoración arcaica de zig-zag.

Posteriormente, se construiría la nave central y en el siglo XVI, el coro envolviendo la torre; exteriormente se unificó el edificio mediante la construcción del clásico mirador de arquetes aragonés, bajo rafe de ladrillo aplantillado. Hasta el siglo XVIII, se añadieron nuevas capillas, algunas en terrenos del fosal, actual de la plaza de San Pedro.

El campanario probablemente es el antiguo alminar de la mezquita; de planta octogonal, posee pequeñas salas en el espacio interior; la escalera, cubierta por bóvedas falsas, se desarrolla entre el muro exterior y las salas interiores. Es similar a los alminares octogonales de Tauste y La Seo de Zaragoza.

En el interior destaca el retablo mayor del siglo XVI; las portadas de la Virgen del Carmen, y la de la Virgen de los Dolores, plateresca la primera y mudéjar la segunda, ambas también del siglo XVI: la cúpula de gallones con pendolón de Santa Ana, barroca del siglo XVII, y sobre todo destaca el retablo primitivo del Santo Cristo, de madera, del círculo de Miguel Ximénez (1505).