A Zaragoza solo le ha faltado el viento para celebrar San Valero, su patrón, aunque tampoco se le ha echado en falta. En un día nada ventolero y más propio de finales de febrero, la plaza del Pilar ha empezado a llenarse a primerísima hora de la mañana para disfrutar de una jornada festiva repleta de actividades culturales, infantiles, musicales y gastronómicas. Porque si algo caracteriza a este día es el roscón. De la parte más dulce se ha encargado un año más EL PERIÓDICO, que ha repartido más de 18.000 raciones de bollo con un chocolate bien caliente, y de la segunda el ayuntamiento, que ha abierto al público tanto la casa consistorial como los museos a los ciudadanos durante todo el día.

Lo cierto es que por más que EL PERIÓDICO se esfuerce por superarse y mejorar cada año su bollo y que la programación se completase con música, visitas a Etopia o a los depósitos de Pignatelli, el Tragachicos ha vuelto a ser el más aclamado y demandado de la jornada. La mejor prueba ha sido la larga y constante fila de pequeños, padres y abuelos que rodeaban a este famoso jotero con una boca de dimensiones infinitas. Algo parecido ha sucedido en la noria de madera, que solo ha aflojado el ritmo cuando la comparsa de gigantes y cabezudos ha salido a corretear por la plaza. Lo ha hecho como ha podido porque estaba abarrotada.

APLAUSOS Y PITOS / Jorge Azcón ha disfrutado de su primer San Valero como alcalde y recibido tanto aplausos como pitidos, porque si algo tenía la plaza del Pilar era variedad. Los jardineros en huelga han trasladado su protesta durante gran parte de la mañana al epicentro de la fiesta. Sus cánticos y bubuzelas se han intensificado cada vez que el primer edil asomaba la cabeza por la plaza, y lo ha hecho varias veces. Primero con el reparto del roscón, acompañado de la vicealcaldesa, Sara Fernández, su titular de Hacienda, María Navarro, Pilar Alegría (PSOE), Julio Calvo (Vox) y Pedro Santisteve (ZeC). También cuando ha abierto las puertas del ayuntamiento a los zaragozanos que se agolpaban en ellas desde primera hora y que ha saludado uno a uno. «Están en su casa», les ha dicho el alcalde mientras les recibía en su despacho, único momento en el que ha participado, pero que le ha cundido, ya le ha dado tiempo de hacerse alguna que otra foto.

También ha recibido pitidos cuando ha salido con la corporación hacia La Seo, donde han asistido a la misa Pontifical y donde han sido recibidos en su interior con algún que otro aplauso, algo poco habitual. En el recorrido, además de los de los jardineros, han sorteado a los miembros de Mhuel (Movimiento Hacia un Estado Laico) mientras varios ciudadanos espontáneos aplaudiendo a los concejales de PP, Cs, Vox y PSOE que han participado.

Como novedad, todos los que han realizado una visita guida por el ayuntamiento han podido contemplar la obra de arte del Cristo de la Columna en la escalinata principal del ayuntamiento. De autor desconocido y del siglo XVII, ha vuelto al consistorio después de una restauración que ha rondado los 10.000 euros. Esta talla de madera de pino policromada está fechada sobre el año 1600 por la altura de la columna, ya que a partir del siglo XVII son más bajas, según la profesora de la Universidad de Zaragoza, Carmen Morte. Se trata, además, de una pieza de un paso de Semana Santa porque esta tallada por todos los lados para que se pueda ver desde cualquier ángulo.

El primer edil, que ha presentado la restauración a cargo del servicio de patrimonio y la empresa Antique, ha admitido que no tendría problema en que este paso, uno de los pocos que hay de esta época, pudiese salir en procesión durante la Semana Santa, si se propone y se aconseja.

Mientras todo esto sucedía, los zaragozanos han disfrutado ajenos a la política de su porción de roscón y su vaso de chocolate caliente, de las esperas en la fila del Tragachicos para ver como los más pequeños, en cuestión de segundos, descendían por su interior, o daban vueltas en la noria.

Había gente de todas las edades, gustos y estilos que congregaron cuando la comparsa de gigantes y cabezudos ha salido a la plaza del Pilar. Aclamados como si de estrellas de rock se trataran, no han recibido ni pitidos ni gritos, solo aplausos y sonrisas. Esta vez, además, había sorpresa porque por primera vez había una mujer en la comparsa que se encargó de encarnar La Forana. Un estreno perfecto en un día de diez.

Azcón mantiene la idea de crear un museo de Semana Santa

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha asegurado que no ha renunciado a la creación de un museo de la Semana Santa, como reclamó cuando estaba en la oposición y que se comprometió a hacer. «Intentaremos que haya un museo por lo que supone de religiosidad y de impacto económico en la ciudad», ha señalado a pesar de que el proyecto de presupuestos del 2020 no contempla partida alguna para este fin. «Es una fecha de factor turístico muy importante y hay que potenciar todo lo relacionado con la Semana Santa por su impacto turístico, además de respetar el motivo religioso», ha matizado el alcalde, que ha dicho que esta celebración es la segunda más importante para la capital aragonesa.