Diez días después de que el temporal de viento arrancara las chapas y los maderos que cubren el tejado del Monasterio de San Victorián, situado en El Pueyo de Aragüás, Huesca, los desperfectos no han sido subsanados y la meteorología ha empeorado las cosas dejando la parte oeste de la cúpula central a la intemperie. Con las finas chapas de cobre esparcidas todavía por los alrededores y el conglomerado de madera que cubre a este monumento desguarnecido, San Victorián sigue esperando a que alguien haga algo. Por el momento no se ha tomado ninguna medida.

Estos daños en la cubierta fueron causados por el temporal del pasado 31 de diciembre que sacudió la zona de "Baxopeña", donde se alcanzaron rachas de aire de unos 120 km/h.

Esto afectó al monasterio y a más de cuarenta lugares, como granjas y cubiertas de tejados particulares, cuyo valor se ha calculado en torno a 2 millones de Euros. Dichos afectados han creado una comisión para evaluar los daños y solicitar las indemnizaciones necesarias.

Mientras, los ánimos de los vecinos empeoran al comprobar que no hay respuesta ante el desastre. La restauración del monasterio, criticada por ellos por la inadecuación en el uso de los materiales, se demuestra ahora. Es preciso recordar que San Victorián es una pieza muy importante para el desarrollo turístico de la comarca de Sobrarbe y del Alto Aragón, ya que está considerado por algunos expertos como el más antiguo de España (siglo VI).

El monasterio de San Victorián fue uno de los más poderosos de Aragón y recibe su nombre del santo Victorián, personaje italiano del siglo VI que vivió en los Pirineos. Los primeros reyes de Aragón favorecieron este cenobio y su decadencia se inicia en 1571 cuando el Papa Pío V aplicó sus rentas a la dotación de la nueva diócesis de Barbastro y se consumó en 1835 con la desamortización. En 1952 se procedió al traslado de las últimas obras de arte que conservaba. Las construcciones actuales datan del siglo XVIII y sólo en la base de la torre se conservan algunos muros del siglo X o XI.

Hasta el momento se han invertido mas de un millón de euros en su restauración, cantidad insuficiente por su valor histórico y su deterioro. El dinero ha sido aportado por el Gobierno central y la DGA.