«La polémica está zanjada independientemente de las firmas que han presentado (13.000 recogidas en una semana) y no se va a autorizar. Más claro agua». Así de contundente se mostró ayer el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, ante el malestar generado en el mundo cofrade de la capital aragonesa por su decisión de cerrar la iglesia de San Cayetano a la seis cofradías que tenían previsto exponer a sus titulares durante la Semana Santa.

Unas declaraciones a los medios de comunicación en la que el socialista recordó que la institución que preside es la titular de esta iglesia y que decidió que no podía ser posible la apertura «por la situación de pandemia, ya que los contagios no ha acabado», a lo que se suman las recomendaciones de la autoridad sanitaria que piden «evitar las aglomeraciones». Pese a acordar el cierre de este templo catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), Sánchez Quero sí que mantiene el permiso para la celebración de misas.

Una negativa que no comparten, pero que asumen las seis cofradías afectadas (La Sangre de Cristo, La Piedad, El Descendimiento, Las Siete Palabras, La Dolorosa y La Entrada).

El presidente de la hermandad de la Sangre de Cristo, Ignacio Giménez Baratech, reconoce el dolor que le produce, pero «la decisión está tomada, había que luchar por poder hacer nuestras veneraciones». Ahora está a la espera de que el Cabildo del Pilar le autorice poderlo mostrar a los devotos en una de las capillas de esta basílica. La imagen del siglo XV ya estuvo en este templo tras la guerra de la independencia. Curiosamente ocupó el camarín de la Virgen del Pilar.

No es la única cofradía con un plan B. La Dolorosa llevará su imagen a la iglesia de Santiago el Mayor, sede de La Columna, y La Piedad irá a San Felipe, donde estará el Ecce Homo y La Amargura.

Especialmente molesto se mostró el hermano mayor de La Piedad, que cumple 150 de su hechura a manos de Palao. Pedro Cía afirmó: «Las razones sanitarias que esgrime DPZ son incomprensibles ya q esta misma institución tiene abiertos edificios y museos con las restricciones pertinentes». «La virgen de La Piedad tiene su casa en San Cayetano desde hace 150 años, incluso siempre ha estado en el mismo altar. El vernos obligados a sacarla de su casa en este cumpleaños tan especial es verdaderamente incomprensible», incidió.

El traslado a San Felipe lo hará esta cofradía el sábado. A las 16.00 horas del 2 de abril de 1871 el entonces arzobispo de Zaragoza Manuel García Gil bendijo la imagen para procesionar por las calles de Zaragoza. Exactamente 150 años después, el actual arzobispo Carlos Escribano, a las 16.00 del 2 de abril de 2021, volverá a bendecir la imagen y le impondrá su nueva corona. Será en San Felipe por decisión política.