Las críticas sindicales por la reapertura del parque de bomberos de El Burgo de Ebro detrayendo personal de otros no han hecho mella en el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), Juan Antonio Sánchez Quero, que no solo no piensa modificar la medida sino que pretende ampliarla, con la incorporación de las instalaciones de Brea de Aragón y la incorporación de profesionales al de Zuera.

Así se lo comunicó ayer el propio Sánchez Quero a los representantes sindicales que acudieron a la primera mesa de trabajo para la organización del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios (SPEI) de este año. Una tarea que habitualmente recae en el jefe de servicio, pero que este año decidió asumir el presidente de la institución provincial en persona.

Según explicaron fuentes del Sindicato Profesional de Bomberos de Aragón, la propuesta es muy inicial, por lo que confían en que las negociaciones reconduzcan la idea, que no gusta «absolutamente nada» a los representantes de la plantilla.

Esta, según las citadas fuentes, incluiría además la propuesta de dejar al parque de Ejea de los Caballeros como el único principal de la provincia. Algo que supone «jugar con la ley», para el sindicato, ya que justificaría que solo este contase con la dotación mínima de cinco bomberos por turno que marca la ley, mientras el resto, con la reorganización, podrían tener solo dos como parques de apoyo o secundarios.

El respeto a la Ley del Fuego del 2003 es lo que teóricamente marca el plan de la DPZ, al permitir que cualquier punto esté a un máximo de 35 minutos de un parque. Pero de ser uno con dos efectivos es «inviable» que se puedan atender determinado tipo de emergencias, una merma de seguridad «para la población y la plantilla» que no están dispuestos a admitir.

Además de estos dos parques nuevos (el de Zuera está abierto, pero con servicio municipal), la propuesta incluye también la vuelta a los turnos de ocho horas, en lugar de a las actuales 24, con cinco días de descanso. Algo que tampoco gusta en una plantilla en la que muchos no viven donde trabajan, sino que se desplazan para la jornada que les toca, además de para formación y emergencias graves.

De hecho, algunas fuentes del cuerpo apuntaban a que la cuestión del horario podría ser una baza de la DPZ para dar su brazo a torcer en apariencia y colar el plan de los parques.