El Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la Jefatura Superior de Policía desalojó una fiesta de cumpleaños que sobrepasaba el aforo permitido y además no cumplía con las medidas de seguridad sanitarias exigidas. Once de las quince personas que había en el interior fueron sancionadas por el consumo de marihuana y por no llevar mascarilla.

Los hechos ocurrieron el pasado martes sobre las 19.45 horas en este bar cuando un vecino llamó a la sala del 091 para alertar de que de ese establecimiento salía un fuerte olor a marihuana.

Inmediatamente se puso en marcha una dotación de los GOR, que viene a ser el cuerpo de élite de la Brigada de Seguridad Ciudadana, que se trasladó a la cafetería Maiomar, situada en el paseo María Agustín frente al edificio de la jefatura. Tras una inspección del local observaron que entre dos mesas había una puerta antiincendios que daba a unas escaleras.

Nada más abrir, los agentes oyeron los gritos procedentes de la fiesta y el olor a la marihuana, así que descendieron, hallando a una quincena de jóvenes que la mayoría no llevaba cubrebocas, superaban el aforo máximo de reuniones que establece la normativa y que, además, estaban consumiendo sustancia estupefaciente. A todo ello se sumó que el sótano en el que estaban carecía de ventilación con el exterior.

Alquiler

Los jóvenes alquilaron el local por valor de 100 euros a la propietaria del establecimiento hostelero, según señalaron desde la Jefatura Superior de Policía que recalcaron que en el interior no se guardaba ninguna medida higiénico-sanitaria de prevención contra el covid-19 procediendo los agentes actuantes a la plena identificación de los asistentes y registro superficial de seguridad.

La intervención se saldó con once propuestas de sanción por consumo de sustancias estupefacientes, otras once denuncias por falta de mascarilla y una sanción a la propietaria del bar por tolerar el consumo de sustancias estupefacientes así como permitir la celebración de este tipo de fiestas sin las medidas de seguridad establecidas por Sanidad.

Aunque esta actuación se produjo gracias a la colaboración ciudadana, la Policía Nacional y Local mantienen activados un dispositivo especial de vigilancia para evitar que se produzcan reuniones en este tipo que pueden convertirse en un foco de contagio del virus. Solo el fin de semana pasado levantaron, entre ambos cuerpos, unas 300 actas de sanción por este tipo de conductas que constituyen una amenaza contra la salud pública.

En esta ocasión, los jóvenes tendrán que pagar 100 euros por no llevar la mascarilla y por el consumo o tenencia ilícita de sustancias estupefacientes hasta 600 euros si considera la administración que la infracción es leve. Las graves llevan aparejada un multa de 601 a 30.000 euros.

En lo que respecta a la propietaria de este bar, Sanidad puede imponerle el pago de entre 100 a 3.000 euros si considera que es algo leve; si fuera calificado de grave desde 3.001 a 60.000 euros, y muy grave desde 60.001 a 600.000 euros.