La recuperación económica sigue sin llegar al colectivo de autónomos en Aragón. El empleo por cuenta ajena en la comunidad ha conseguido recuperar gran parte del terreno perdido en los últimos años, pero no ha sucedido lo mismo entre los trabajadores por cuenta propia. De hecho, Aragón cuenta actualmente con 104.013 autónomos, 13.852 menos que en el inicio de la crisis en el 2008, una fuerte caída del 12%. Lo peor, sin duda, es que no hay ningún indicio de que la situación vaya a mejorar. Aragón fue el año pasado una de las cuatro comunidades donde cayó la cifra total de trabajadores por cuenta propia y este primer trimestre ha vuelto a liderar los descensos.

«La destrucción de empleo se ha cebado con los autónomos, mientras que los trabajadores por cuenta ajena ya se están recuperando», subrayó ayer el gerente de la asociación de autónomos UPTA Aragón, Raúl Machín, durante la presentación de su informe anual en la Cámara de Comercio de Zaragoza.

Desde el inicio de la crisis, la sangría de autónomos en Aragón se ha concentrado sobre todo en el sector de la construcción, con una caída del 44% y 9.300 profesionales menos que en el 2008. Le ha seguido el comercio, con un descenso del 19% y 4.975 pequeños empresarios menos, y la agricultura (-15% y 3.520 trabajadores menos). Muy lejos se sitúan ya las bajadas en el sector transporte (-7%), la industria (-6,3%) y la hostelería (-2%).

Para intentar frenar esta pérdida de efectivos y apoyar al colectivo, las Cortes de Aragón aprobaron recientemente la ley de fomento del emprendimiento y el trabajo autónomo, una normativa que el PSOE ha tardado en llevar al parlamento tres años. UPTA sabe bien que en esta legislatura ya no queda tiempo para desarrollar los puntos de la nueva ley, por eso ayer pidió al próximo Ejecutivo que sea sensible con el colectivo.

El presidente de la asociación, Álvaro Bajén, valoró la nueva ley, la primera específica para el sector en Aragón, y destacó que incluye interesantes medidas en materia de financiación alternativa (crowdfunding), relevo generacional, digitalización o trabas burocráticas. «La nueva ley de segunda oportunidad también es muy importante porque va a ayudar a los autónomos que sufren impagos», indicó ayer Bajén.

La puesta en marcha en el 2013 de la tarifa plana, que redujo el pago de la cuota mensual a 50 euros durante el primer año de actividad, también se aprobó para intentar frenar la sangría de autónomos. Sin embargo, no ha tenido los resultados esperados.

POCO ÉXITO DE LA TARIFA PLANA

Tal y como destacó ayer UPTA, un total de 46.591 aragoneses la han solicitado desde el 2013, mientras que en este tiempo el crecimiento neto en la cifra de autónomos ha sido solo de 1.441 profesionales.

Por otra parte, Bajén exigió que la administración cumpla y desarrolle el texto legal, en especial el apartado dedicado a la creación de plataformas digitales de autónomos para que puedan competir en igualdad de condiciones con las grandes empresas «como Amazon o Uber», para lo que sería necesario formación.