El Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés ha descartado una filtración del examen de las oposiciones de Enfermería celebrado el pasado domingo en Zaragoza a pesar de que un particular llegó a denunciar este hecho hasta en tres ocasiones y tras haber puesto el caso en manos de la Policía y el juzgado.

Un particular dirigió un escrito al Salud, el pasado día 5 de diciembre, en el que acusaba a otra persona de haber vendido el examen a terceros por 300 euros. La Administración puso entonces el caso en manos de la Policía y del juzgado de guardia.

Posteriormente, la misma denuncia llegó a un miembro del tribunal de las oposiciones, el día 9, y, 48 horas después, a la empresa salmantina encargada de la impresión de los exámenes. La investigación abierta por las autoridades descartó la filtración. "El protocolo es impoluto y no ha existido ninguna irregularidad porque, además, no puede haberla", indicaron desde el Salud.

PROCESO

La Administración aclaró que el proceso comienza con la proposición de 500 preguntas por parte de los diez miembros del tribunal --cinco titulares y otros tantos suplentes--. Un programa informático elige 110 y se introducen en un ordenador sin internet ni comunicación con el exterior. La empresa encargada de la impresión viaja a Zaragoza para llevarse las preguntas y la caja que los contiene no se abre hasta poco antes de la hora del examen. "No se ha cometido ninguna infracción y todo ha sido un bulo por parte de un particular", incidieron desde el Salud.

El sindicato de enfermería Satse había solicitado a la Administración que "ante los insistentes rumores sobre la posible filtración del examen de la oposición de Enfermería, investigue el tema e informe del resultado, para la tranquilidad de todos".