Los profesionales sanitarios apostaron ayer por el tratamiento personalizado de cada paciente anticoagulado, que en Aragón ascienden a entre 25.000 y 30.000 las personas que corren un mayor riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

Estas enfermedades son una de las primeras causas de muerte en el mundo y suponen el 30% de los fallecimientos en España, según se puso de manifiesto en el simposio Tratamiento Anticoagulante: un compromiso multidisciplinario, organizado por la Asociación de Anticoagulados de Aragón (Asanar).

Entre las principales conclusiones, se encuentra la de que cada paciente anticoagulado es diferente y tiene necesidades diferentes, para las que hay un tratamiento adecuado, según informó Asanar. El colectivo explicó que cuando se hace una valoración del paciente hay que tener en cuenta "qué enfermedades tiene asociadas y valorar todas las circunstancias que rodean a la persona" para decidir cuál es su mejor tratamiento.

En el simposio participaron 155 profesionales sanitarios, tanto hematólogos, cardiólogos, neurólogos, geriatras y médicos de Atención Primaria como farmacéuticos y enfermeros, todos ellos procedentes de Aragón, Castilla y León, Cataluña y País Vasco. El objetivo de la reunión, según indicó Asanar, es la unificación de criterios por la aparición de los nuevos tratamientos anticoagulantes, además de resaltar el papel de toda la estructura sanitaria en el control y en la educación sanitaria del paciente anticoagulado.

En el acto también se incidió en la importancia de que el paciente "se implique" en su tratamiento. En algún centro hospitalario, según señalaron los profesionales sanitarios, se ha comprobado que de los pacientes ingresados por un ictus, solo el 50% estaba en tratamiento anticoagulante y, de los que estaban en tratamiento, solo el 33% estaba en niveles de anticoagulación eficaces, por lo que o no era el tratamiento adecuado o no llevaba un control adecuado.