La saturación estos días de las Urgencias de varios hospitales de Aragón no pasa desapercibida para nadie. Ayer, el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, reconoció los «atascos» que se estaban produciendo en los centros con una asistencia «superior a la habitual». Sin embargo, tal y como ya anunciara el pasado 30 de diciembre en la rueda de prensa de la aprobación de la oferta de empleo, Celaya volvió a hablar de «refuerzos» en las plantillas para estas semanas de vacaciones que han ayudado a dar una respuesta «rápida y eficaz».

Su afirmación no es compartida por los sanitarios y los diferentes trabajadores de las Urgencias, quienes aseguran que esas susticiones «no se notan» y ponen en duda que los equipos estén completos. «En el Royo Villanova, por ejemplo, tres médicos atendieron todas las Urgencias una mañana, cuando en otro momento hay seis», explicó un trabajador.

Este añadió que el pasado 28 de diciembre «ya había dos médicos menos» en el servicio del Servet, con bajas «no sustituidas» debido a que muchos titulares estaban de vacaciones.

CENTROS DE SALUD

Esta situación en los hospitales también se hace extensible a los centros de salud de la comunidad, donde los equipos de trabajo están mermados, como por ejemplo en el de Tamarite de Litera, en Huesca, donde están con la mitad de plantilla médica y de enfermería.

Allí, debería haber tres médicos de cabecera y un pediatra, pero debido al periodo festivo hay días en los que solo trabajan dos sanitarios fijos —o incluso uno—, mientras que la pediatra tampoco acude todas las jornadas. Esta situación de no hacer sustituciones deriva en una carga de trabajo para los profesionales, que cubren guardias y largas jornadas.

Celaya, quién visitó ayer junto al presidente de Aragón, Javier Lambán, el servicio de Oncología del Infantil, apuntó que la situación estaba «prácticamente normalizada» y «solucionada» tanto en el hospital Royo Villanova como en el de Barbastro, donde había habido, según él, «algún pico de presión». Los pacientes denunciaron el miércoles esperas de hasta ocho y diez horas.

EN PASILLOS

En el hospital Miguel Servet, ayer por la tarde la presión asistencial se mantenía alta. De hecho, diez personas esperaban en los pasillos de Urgencias, mientras que los boxes estaban completos. También las salas de observación siguen llenas.

«Para el puente hay más personal. Incluso tenemos más camas quirúrgicas del hospital Nuestra Señora de Gracia, que si hiciera falta se abrirían. Mañana —por hoy— confío en que la situación se supere», dijo Celaya. Desde el Servet, ayer por la tarde ya se hicieron derivaciones al Provincial ante la falta de camas en el hospital zaragozano.

El consejero de Sanidad insistió en la «importancia» de que los pacientes que tengan problemas menores «pueden ser atendidos por el médico de familia» e hizo un «llamamiento» a la población para que se vacune. De hecho, esta semana algún médico de Atención Primaria ya alertó en este diario de «varios casos graves» en mujeres embarazadas, que son población de riesgo, así como una cobertura del 60% en mayores de 65 años.

Celaya recomendó a tomar todas las medidas de protección indicadas como el lavado de manos, evitar ambientes cargados de gente o cambios bruscos de temperatura. «Cuando se encuentren mal, que acudan al centro de salud. Se están adoptando todas las precauciones y se ha ido abriendo camas según se han necesitado. Creo que estamos dando una respuesta bastante rápida y eficaz», consideró.